1.-Aún nadie sabe si para pasar de Escocia a Inglaterra o Viceversa hará falta pasaporte. El envejecimiento de población de escocia, más alto que la media Británica exigirá entrada de población. El resto del Reino Unido, puede cerrar sus fronteras con escocia para evitar filtraciones migratorias.

2.-Nadie ha conseguido aclarar que moneda tendría Escocia independiente. Si usan la libra esterlina, el sistema financiero Británico debería absorber las reservas en libras de los Bancos escoceses. Sin libra y con Euro, Escocia no podría tener política económica propia. Con moneda propia, la incertidumbre alejaría a todos los inversores.

3.-¿Cómo repartirse la deuda. calcular la parte que corresponde a cada uno. Teóricamente a Escocia le correspondería entre 121.000 y 143.000 millones de libras (entre el 73% y el 86% del PIB de una Escocia independiente). Pero las discusiones teóricas son interminables.

4.- “Escocia tendrá sus propias fuerzas militares”, establece el actual Gobierno escocés en su documento El Futuro de Escocia, donde también asegura que formará parte de la OTAN. Los cálculos económicos de los nacionalistas son estos: Escocia contribuye con 3.000 millones de libras al año al gasto de defensa de Reino Unido pero sólo 2.000 millones se quedan en Escocia. Pero en ningún momento han contabilizado todos los gastos de servicio de inteligencia, embajadas etc. Actualmente muchos escoceses son profesionales del Ejército Británico ¿Qué pasará con ellos?

5.-¿Dentro o fuera de Europa? Igualmente ningún bando se pone de acuerdo. Escocia podría solicitar al Reino Unido restante que pida, a través de la vía que abre el artículo 48, una modificación de los tratados para que Escocia permanezca en la UE por una mayoría simple de los miembros. Así se evitarían años de incertidumbre, traducidos en costes y complicaciones burocráticas a ambos lados de la frontera. Pero aún así no se garantizaría que se consiguiera esa mayoría por las buenas.

6.- Lo que sí parece claro, diferencia el caso de Cataluña, y vuelve todo absurdo es que Escocia quiere seguir siendo una monarquía. El documento El Futuro de Escocia es claro a este respecto: “La propuesta del Gobierno escocés es que la reina seguirá siendo jefa de Estado en Escocia, de la misma manera que lo es en naciones independientes como Canadá, Australia y Nueva Zelanda”. “Esta será la posición”, prosigue, “siempre que el pueblo de Escocia siga deseando que nuestro país sea una monarquía”.

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