Somatemps

¡Quién les has visto y quién les ve! De llenar las calles, a que la Diada sea cada vez más irrelevante y minoritaria, pese a todo el apoyo oficial. Ya desde hace años se estaba desinflando pero esta vez se ha llegado al hundimiento. 28.000 personas según la Guardia Urbana. Y si prescindiéramos del habitual engordamiento oficial de cifras en favor del separatismo, es posible que el número real haya estado por debajo de las 10.000 personas.

¡Lejos quedan los tiempos en que la ANC y Omnium nos hablaban de «gigafotos» y movían a los simpatizantes separatistas en Barcelona como si fuesen un ejército! Hoy la mayoría de los propios indepentistas les han calado. Una ANC con Lluís Llach al frente, desacreditada y convertida en mera correa de transmisión de Junts y en menor medida de ERC. Y un Omnium a quien sólo le interesa ya conservar las abundantes subvenciones que recibe.

Y se han hartado de unos partidos que prometieron solemnemente «La independencia en 18 meses» en 2014 y cuyos representantes siguen muy cómodos aparentemente, en Madrid y en 2025, habiéndose convertidos en satélites del PSOE. La verdad es que Madrid tiene gancho, quien llega suele no querer marcharse.

Y por si fuera poco las polémicas y cuchilladas entre los separatistas, con el buenismo globalista oficial de los partidos separatistas principales, al respecto de la formación política de Orriols, acaban ya de hundir la moral al separatista medio.

«L’esfondrament» de la Diada refleja también un fenómeno sociólogo cada vez más preocupante para ellos: El desapego cada vez mayor de las generaciones más jóvenes respecto al catalanismo, el separatismo y todos sus mitos. Hoy en día para la mayoría de los jóvenes catalanes Cataluña es España y punto, por mucho adoctrinamiento que reciban en las aulas.

Además aquellos que se interesan por la historia y por la «Diada» en sí, son cada vez más conscientes de que la narrativa oficial al respecto es un engaño y aquellos personajes eran unos «españolazos», si se tienen en cuenta todas sus proclamas y documentos. En este punto, como en otros de la historia de Cataluña y de España, la verdad se está abriendo paso y pese a todas las tergiversaciones desde el poder, las narrativas alternativas al oficialismo y que recuperan la auténtica historia, se están extendiendo como la pólvora.

En definitiva, histórico, valga la redundancia, hundimiento de la celebración de la «Diada» en 2025.

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