Javier Ygartua

Al ser humano le están enseñando a ser un ser consumista, con una moral a la carta, exaltando el placer como el fin último y buscando evitar la Fe en lo público y ridiculizado el cristianismo.
Nos quieren hacer creer que el Demonio no existe que es precisamente lo que éste quiere.
Estos seres despreciables, pues no hay un soló demonio, sino que hay muchos, es precisamente lo que buscan que creamos, que no existen.
Satanás es tal vez el que más suena.
Uno lo ve representado con imágenes terroríficas.
El diablo si uno lo mira a la cara, lo conoce a fondo sabe que nosotros los cristianos con el sello de la Trinidad somos inmensamente mas fuertes que él y entonces no nos da ningún miedo.
Lo cierto es que aquellos que no creen en el diablo muchas veces lo tienen dentro.
Satanás trabaja en lo escondido y su labor principal es llevar al hombre al pecado para llevárselo al infierno.
Jesus lo combate sobre todo con toda su predicación.
Es toda contra Satanás.
El Satanismo enseña que tienes que hacer todo lo que quieras.
Jesus enseña que si quieres salvarte e ir al paraíso observa los 10 mandamientos que es todo lo contrario a haz lo que quieras.
El Satanismo enseña que no hay ningún Dios sobre ti, eres tú el Dios de ti mismo, no existe ninguna autoridad sobre ti.
Jesus enseña que el máximo mandamiento es amar y servir a Dios con toda la mente, con todo el corazón y con todas tus fuerzas, todo lo contrario, al haz lo que quieras.
Por tanto, la mayoría de la gente que accede al Satanismo lo hace sin creer en el demonio, sin pensar y sin darse cuenta.
El demonio tiene un truco que es mas viejo que la tos, fijaros que es el mismo que utilizó con Adan y Eva.
¿Por qué no coméis de este fruto?
Porque Dios nos ha dicho que si comemos moriremos.
Y el demonio les dijo que eso no era verdad, Dios es un mentiroso, Dios no existe.
Si coméis seréis iguales a Dios porque conoceréis el Bien y el Mal.
Su sistema, el del diablo, es hacer aparecer a la gente el pecado como una conquista.
Un ejemplo claro son algunas leyes actuales como la del aborto a la cual se le da rango de conquista social cuando lo que realmente es un asesinato.
La mayor parte de la gente sigue al demonio sin darse cuenta.
Pero también hay gente que lo sigue de forma voluntaria.
Es lo que se denominan sectas satánicas, misas negras…
Existen personas que se consagran a Satanás buscando dinero, éxito, placeres…
Magia, maleficio, atadura, dos. formas tremendas de origen africano, la macumba, el vudú, toda forma de maleficio viene del diablo.
El maleficio es en términos genéricos es hacer el mal por medio del demonio.
También la magia Blanca es un recurso de Satanás.
¿Y como se vence al demonio?
El famoso exorcista P. Gabriele Amorth al ser preguntado sobre el intercesor más efectivo de todos, contestó sin dudar: «por supuesto que la Virgen es la más efectiva. ¡Y cuando la invocas como María!».
Una vez este exorcista le pregunto a Satanás: ‘¿pero por qué te asustas más cuando invoco a Nuestra Señora que cuando invoco a Jesucristo?’ Me contestó: ‘porque me humilla más ser derrotado por una criatura humana que ser derrotado por Él’”, contó el sacerdote.
El P. José Fortea, otro reconocido exorcista, en su libro “Exorcística”, indica dentro de sus consideraciones pastorales en el ministerio del exorcismo que “es muy conveniente que las personas del equipo del exorcista se consagren a María”.
Tenemos que reconocer que somos tan poca cosa, tan débiles, que lo único que podemos hacer en esta lucha espiritual es ocultarnos bajo el manto de María, incluso en su santísimo vientre como un niño que está en su seno, tranquilo y dejándose llevar.
San Efrén solía llamar a la devoción a María como la “carta de libertad o salvoconducto para liberarse del infierno”.
Mientras que, a San Hugo de Cluny, la Madre de Dios se le presentó como la vencedora de Satanás.
En tiempos de Santa Catalina de Siena, Dios le dijo a la Santa: “por mi bondad, y en reverencia al misterio de la Encarnación, he concedido a María, Madre de mi Unigénito Hijo, la gracia de que ningún pecador, por grande que sea, que se encomiende devotamente, llegue a perder su alma en el fuego del infierno”.
Se dice que Santa Brígida tenía un hijo rebelde que decidió irse al ejército y en la guerra perdió la vida. Una noche la Santa tuvo un sueño en el que vio que al trono de Dios llegaban los ángeles de la oscuridad a protestar.
“Venimos a quejarnos porque nosotros tenemos permiso de acercarnos a los moribundos a llevarles tentaciones de desesperación. Pero hace unos días murió el hijo de Brígida, y cuando él estaba herido agonizando, llegó María, la Madre de Jesús, y nos alejó a todos de allí”, dijeron los malignos.
No hay mejor intercesora que María.
Yo sirvo a Dios y no al diablo.
Ante las tentaciones del maligno acudo a la intervención de Maria y Jesús.
Pidamos al Señor la gracia de tomar en serio estas cosas. Jesus ha venido a luchar por nuestra salvación, Él ha vencido al demonio.
Categorías:RELIGIÓN
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