José Vicente Pascual —
Empresas que manejan presupuestos ultramillonarios de dinero público, de todos hasta el último euro, controladas por los sindicatos y por el gobierno; controladas, exprimidas, instrumentalizadas en favor de sus intereses hasta la obscenidad, a menudo saqueadas sin pudor, acuérdense de Bankia y demás benéficas cajas de ahorros, de la minería, el sector de la construcción naval, la industria pesada, la energía y las explotaciones portuarias…

RTVE es una de esas empresas, un momio de dimensiones mayúsculas, una canonjía puesta en las manos voraces de políticos sin vergüenza y sindicaleros sin currículo laboral y sin escrúpulos. El escándalo de las oposiciones al ente público —“público”— amañadas, con los exámenes filtrados y la lista de opositores fiscalizada por la cosa nostra corporativa, encargada de cribar a los enchufados y aplastar a los indeseados, es una bandera en la niebla, como suele decirse: la punta del iceberg.
La directora del ente, Concepción Cascajosa, no anunció la paralización de la convocatoria por imperativo legal, ni por transparencia ni por mínimo sentido de la decencia; suspendió los exámenes porque no le quedaba otro remedio, acorralada por la evidencia después de que distintos medios —todos ellos “del fango” según Sánchez— denunciasen el festín de tiburones que se estaba preparando. Insistió ella en varias ocasiones, doña Concepción: insistió reiteradamente en la limpieza del proceso. Al final se impuso el imponderable: o respetar la ley o acabar procesada. Ante la disyuntiva, apareció dando explicaciones y pidiendo disculpas a los opositores.
El socialismo contemporáneo era esto: chupar del bote y beneficiar a los amigos, allegados y arrimados con los bienes que son de todos. No me extraña que sean tan partidarios de lo público y tan enemigos de lo privado. Para esta chusma todo debería ser público, como la tele, si bien su percepción de lo público insiste en el ideal colectivista de la famosa Carmen Calvo Poyatos, otrora ministra de lo que hiciera falta y hoy defenestrada por el sanchismo: lo público no es de nadie; es de quienes se agarren a la prebenda y sean capaces de mantenerla, como dicen en mi pueblo: agarrados como un mono a un columpio. Socialismo, insisten. Lo público, porfían. También en mi pueblo: pura mafia.
En efecto. El PSOE-PSC son la máquina perfecta de enchufar a sus correligionarios en el sector público.
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…»El socialismo contemporáneo era esto: chupar del bote y beneficiar a los amigos, allegados y arrimados con los bienes que son de todos»…
Sí, pero ¿qué ha hecho el PP?
Porque precisamente el papel de la oposición en los sistemas parlamentarios es controlar que (arruinar el país), chupar del bote y en jugar y beneficiar a sus nepotes no suceda y, si sucediese, que los culpables, chupópteros y beneficiados vayan a la cárcel en cuanto la oposición gane las elecciones y los corruptos las pierdan…
Pues el PP no ha querido hacer nunca ¡absolutamente nada!
Sí; pero ¿por qué ?
Pues porque «hoy por ti y mañana por mi»
Pues de aquellos polvos tenemos estos lodos.
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¡Y no se esconden, no!
Bien seguros que se sienten.
Total, si en 50 años no les ha pasado nada, bien saben que nada les va a pasar ya.
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EN EFECTO: CHUPAR Y CHUPAR DEL BOTE Y DEL LOMO DE LOS QUE TRABAJAN, QUE SON CADA VEZ MENOS.
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