El P. Antonio Gómez Mir es párroco de San Jordi de Barcelona y capellán de Hispania Martyr. Cuenta con un canal formativo STAT CRUX – YouTube
En esta ocasión reflexiona sobre la presentación del libro El liberalismo es pecado que tendrá lugar en su parroquia este viernes a las 10 de junio a las 20:30.

¿Que supone para usted que se presente la reedición del libro El liberalismo es pecado en su parroquia?
En la medida que Felix Sardá i Salvany fue un sacerdote diocesano de Barcelona es un homenaje a su celo sacerdotal ingente. Mn. Sardá fue un hombre de Dios, de piedad sacerdotal y trabajo apostólico incuestionable. Un precursor de la doctrina social de la Iglesia en su Sabadell natal donde todavía conserva una calle en agradecimiento a su labor con los obreros y los pobres. Un sacerdote bueno que cedió su enorme casa familiar a unas religiosas para crear un asilo de ancianos, mientras el se reservaba una pequeña y deslucida habitación donde murió.
Fue un apostol y un defensor de la fe con todos los medios que le proponía su época. Un innovador en el apostolado de la prensa. Esa clase de sacerdotes de una pieza que es faro y que atrae las miradas de los que buscan.

Sin duda, un libro que ha hecho mucho bien y sigue vigente, pues el liberalismo en sus múltiples formas está presente en la sociedad y lamentablemente en muchos católicos.
La Iglesia ha pasado por crisis que afectaban accidentalmente a su realidad: la relajación de los religiosos, la corrupción del clero, las herejías que debían de ser corregidas…Todo eso ha sido reformado una y mil veces, y lo será hasta el fin de los tiempos, porque donde hay hombres hay pecado, y “Ecclesia semper reformanda” al soplo del Espíritu Santo.
El verdadero peligro para la Iglesia es una crisis de identidad. Es decir, cuando la Iglesia ya no sabe quien es, ni para que está en el mundo, sin ser del mundo. Se olvidó del «Id al mundo entero y proclamad el Evangelio a toda la creación».
Con los católicos pasa lo mismo. Hoy el cristiano adolece de poca formación y voluntad fofa, sus criterios de actuación son bobos e inanes. Está desubicado. No sabe quien es, ni porque está aquí. Ha perdido su verdadera identidad. No hay certezas fuertes en su vida sobre las que edificar con esperanza. Todo fluctúa en su interior y a su alrededor: se tambalea él, con su motivaciones, sus pobres deseos, sus vanas ilusiones…arrastrado en su deriva existencialista a su familia y todo lo que ama.
Es necesario volver a edificar vidas sobre bases firmes, sobre la “Roca” de la Verdad.
Es alentador que sean unos jóvenes, Jóvenes por España, los que promueven este gran clásico de espiritualidad.
Uno de los grande gurús del liberalismo, Francis Fukuyama, decía que ha llegado “el fin de la historia” El liberalismo económico y político, la «idea» de Occidente, sostiene el autor, finalmente se ha impuesto en el mundo. Esto se evidencia en el colapso y agotamiento de ideologías alternativas. Así, lo que hoy estaríamos presenciando es el término de la evolución ideológica en sí, y, por tanto, el fin de la historia en términos hegelianos.
Es decir, que nos toca comernos esto que nos dan sí o sí. Pues no, decimos nosotros. Las ideologías están agotadas, de acuerdo, no podía ser de otra manera; pero la Verdad está viva, y tiene un nombre: Jesucristo. Solo hay que buscarle y seguirle para construir la Ciudad de Dios y militar bajo su bandera.
El fin de la historia se produce cuando uno está viejo y resignado, incapaz ya de cambios en su vida… Alguien es viejo cuando está en esa actitud inmóvil y moribunda. Los jóvenes católicos tocados por la fuerza del Espíritu no están dispuestos a considerar que la situación actual de un occidente cristiano en sus últimos estertores es el final de la historia. Ellos saben por fe y por propia experiencia que donde Cristo entra los muertos resucitan y todo se hace nuevo.
Igualmente, lo es contar con el profesor Javier Barraycoa, que ha hecho un potente estudio preliminar sobre el libro.
Javier Barraycoa es amigo muy querido y su iniciativa con esta reedición es una más de sus incansables andanadas conta el liberalismo que tanto agradecemos.
Cuando Sardá escribía el liberalismo apuntaba y las consecuencias aún eran insospechadas. Ahora ya sufrimos los efectos. Ahora nos limitamos a recorrer la ciudad saqueada y arrasada por esa ideología ya que el “napalm” liberal ha fulminado toda realidad tradicional: Iglesia, familia, cultura, arte, tradiciones, vida comunitaria…
Sardá era consciente de que la predicación ya no era suficiente, había perdido la influencia secular que había tenido sobre los cristianos y ahora se abrían nuevas ágoras desde donde se propagaba el error. Si la prensa había servido a la causa del error, desde ese momento, pensaba Sardá, la pondrÍa a servicio de la luz.
“Las hojas de propaganda católica”, la “Revista popular”, la “Biblioteca popular”… nacen de su necesidad de llegar a todos, especialmente a las clases obreras, a los más sencillos…
Es muy necesario volver a escribir, hacer conferencias, editar, publicar en mil soportes…hoy es más posible, y muy efectivo. Conozco a no pocos que, durante la prisión preventiva de la pandemia, han vuelto a otear la luz y hacerse preguntas gracias a un blog católico que han estado siguiendo o unos vídeos de catequesis en youtube.
¿Cómo animaría a los fieles a acudir al acto y sobre todo a leer el libro?
El liberalismo es pecado es un libro de trinchera, de resistencia, para cristianos “emboscados”. Cada vez te encuentras más cristianos que tienen esa sensación de estar solos en medio del campo de batalla, después de haber cedido todas las posiciones posibles delante del mundo y su acometida liberal y secularizadora.
Toca reorganizarse, crear pequeños grupos o comunidades resistentes, formar redes de lealtad basados en la amistad, rehacer vidas desnortadas, despertar la inteligencia de los misterios de la fe en los que nunca los han conocido, robustecer rodillas vacilantes y voluntades enfermas, remover el deseo de lucha ascética, disponerse a ocupar nuestro sitio en la brecha en defensa de la fe… para todo eso es necesario participar de actos como este y leer libros como este.
También pudiera interesar a personas no creyentes con inquietudes intelectuales, pues el liberalismo desgraciadamente ha sido y sigue siendo un tema clave en la historia de España.
El liberalismo tardó en entrar en España…sobre todo en el pueblo. Los cambios políticos son rápidos, pero los cambios de mentalidad no tanto. El pueblo estaba permeado por la tradición católica hasta los tuétanos… Ha sido la Masonería la partera de ese cambio. La historia de España no se entiende en los dos últimos siglos sin su acción. La Masonería sabía que debía ocupar el lugar que la Iglesia había ocupado durante más de diez siglos en la cultura y la educación. Lo ha hecho y el cambio de paradigma ha sido total y altamente efectivo. Ha conseguido sus fines…
Cualquier persona con criterio independiente que quiera buscar sinceramente las causas y génesis de este estado de cosas lo va a encontrar. Sigue habiendo una mayoría de gente intoxicada por la lectura liberal de la historia que hacen los medios de comunicación al servicio del Leviatán, pero cada vez hay más jóvenes sin ninguna formación cristiana, hijos de los últimos años de hambruna cultural y educacional, pero que ya no ven la “tele” y por las redes buscan, rebuscan y finalmente encuentran…
Por Javier Navascués
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Si el Bergoglio es el Anticristo siendo Papa. No es de extrañar que los fieles cada vez tengan la Fe más licuada.
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«Hoy el cristiano tiene poca formación, voluntad fofa y criterios de actuación bobos e inanes»…
Precisamente una cosa muy parecida respecto a la sociedad, que es un fenómeno general y que se ha criticado en Estados Unidos.
Allí dicen que está desapareciendo el elemento racional para ser el individuo guiado por sus sentidos (apetencias) del momento.
Como se puede observar esto es una marcha atrás de la civilización occidental, que durante 2000 y gracias a la formación del clero (paideia griega) y a la «ciencia» teológica han modelado la mentalidad de los occidentales y sus sociedades. (y por eso son superiores y más humanas que el resto de las sociedades)
Es evidente que si la gente no sabe pensar, no puede saber cuales son sus intereses ni cómo defenderlos.
Lo único que hará es comprar compulsivamente lo que no necesite y, cuando no pueda, evadirse con la televisión, la música o las redes sociales. El sueño de Hitler y Stalin.
Me pregunto en qué nos beneficiamos nosotros, convidados de piedra.
Lo más extraordinario del caso es que los que se supone que por su formación e interés, los siniestros ilustrados secretos de las logias, ¡no dicen ni mu!
Parece que los únicos que impiden el progreso, las ciencias, la razón… son los católicos, no estas políticas tan interesadas, ni una escuela obligatoria y gratuita que no funciona ni este cambio irreversible de civilización.
Entonces, ¿dónde vamos y cuál es la garantía de que llegaremos a buen puerto?
Nadie lo sabe.
Estamos destruyendo toda una civilización sin ninguna causa racional…
Luego dirán, como dijeron falsamente de la desaparición de la civilización grecorromana, que la «culpa» la tienen los católicos (y no los protestantes, los ortodoxos, los musulmanes o los hebreos) que, como el catolicismo prohíbe pensar, fomenta el no trabajar y es intolerante, atrasa y ha destruido la civilización occidental, como no podía ser menos por otra parte…
Precisamente cuando menos influencia tiene el catolicismo en particular y el cristianismo en general en las sociedades occidentales.
Insisto:
No veo cómo nos vamos a beneficiar de este desastre programado.
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¿Y no tiene gran parte de culpa el clero, especialmente Bergoglio y los Obispos y curas masones satanistas?
Desde el Concilio Vaticano II los pastores han ido descarriando a las ovejas y más en países como España o Alemania. En pocos países hay una buena formación de curas, destacaría sólo a dos Polonia en Europa y Angola en África (hay otros países como Ruanda en África o algunas zonas de Asia donde hay buena formación y fe verdadera).
En Hispanomérica la formación del clero es bajísima y sólo destaca la formación de algunos curas y Obispos de EEUU en todo el contiente americano.
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Esto es de mucho antes de Bergoglio y cía; de hecho ellos son producto de ese «liberalismo» que ha abierto brecha primero, la ha ensanchado después y ha desmoronado el luego.
Lo que sí que ha sucedido es la propaganda constante y obsesiva masonica durante todo un siglo, respaldada por el aparente (sólo aparente) éxito económico de unos pocos paises protestantes (no todos) y porque el catolicismo es una traba para que los no católicos se hagan con el poder político y económico en una sociedad católica y la gobiernen en su egoísta beneficio. Normalmente a través de las logias, es verdad; posteriormente a través de los partidos socialistas, liberales y comunistas.
El affaire Dreyfus fue el turning point para muchas cosas, entre ellas para el control férreo de la Iglesia católica francesa por los enemigos de la Patria y la nación étnica francesa.
Esa propaganda constante, obsesiva y muy interesada para el que la hace acaba calando en parte del clero; simplemente porque es hijo de esa sociedad y vive en esa sociedad; pero también por la presión directa que puede hacer el gobierno masonico francés sobre la Santa Sede (chantaje para manipular a la población católica; De hecho con el «laicismo» anticatolico y los presuntos «Principios republicanos» antidemocraticos, los masones expulsan de la patria, en el siglo XX, mucho después de la Revolucion Francesa, a parte del clero, le prohíbe la enseñanza y les roba sus templos (sólo a los católicos, que es la religión nacional francesa; no a los protestantes, musulmanes ni judíos)
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