¡Presos de Blanquerna libertad!


Todos somos conscientes del doble rasero que la izquierda y su monumental despliegue de propagandistas usan siempre sobre todo aquello que se les antoja. Ejemplos los hay, no a cientos, sino a miles: lo que vale para ellos, no vale para el resto; lo que para ellos es lícito, es imperdonable para los demás. Ellos, en definitiva, pueden hacer todo lo que para los demás está vedado.

Uno de los aspectos donde más claro se percibe este doble juego es en el tratamiento que dan a las agresiones, violaciones y todo aquello relacionado con la violencia en el ámbito doméstico. A lo que sirve como medio para sus fines, se le da un tratamiento descomunal. Todo que, por el contrario, rompe con el discurso que nos quieren imponer, pasa de tapadillo o incluso desaparece de los medios y del candelero, por muy grave que esto sea.

No es de extrañar por esa razón el tremendo varapalo que la madre de la joven violada y agredida de manera salvaje en Igualada ha mandado a la ministra de Igualdad por la absoluta frialdad e indiferencia con la que ha tratado dicha terrible agresión.

Para todos aquellos que saben leer entre líneas o interpretar las noticias, sabemos perfectamente cual es la razón a la que obedece dicho olvido o ninguneo. Todo tipo de agresión que se pueda presentar como un ejemplo de la opresión terrible que el hombre ejerce sobre la mujer consecuencia del heteropatriarcado se usa como coartada para justificar sueldos, chiringuitos, subvenciones e ideología de género. Desde el momento en que dichas agresiones, crímenes o violaciones ponen en cuestión ese paraíso multicultural que sólo existe en sus escasas neuronas, se silencia.

Pero lo peor de esta doble vara de medir no es el tratamiento que le otorgan políticos y medios, sino cuando esto pasa al terreno de la legalidad, pasándose las leyes por el forro.Este pasado martes, en Consejo de Ministros, el Gobierno concedía un indulto parcial a Juana Rivas, condenada en 2018 a cinco años de prisión y pérdida de la patria potestad por el secuestro de sus hijos y el completo desacato a una sentencia, delitos recordemos, de los que nunca se ha arrepentido y que fueron jaleados por diversas asociaciones feministas e incluso ministras. La excusa con la que el gobierno procede de esa manera vergonzosa es que lo hace en «interés superior de los menores». Debe ser por aquello de que los hijos no pertenecen a los padres, sino al estado, como dijo alguna ministra en su momento.

Contrasta, este caso, con el conocido caso Blanquerna. El 11 de septiembre de 2013, en un acto separatista organizado en Madrid, un grupo de españoles armados únicamente con banderas, interrumpían dicho acto con gritos a favor de la unidad de España y con algún ligero empujón como demuestran las grabaciones. A dichos españoles se les condena de manera vergonzosa e injusta a años de cárcel que deben cumplir de manera efectiva. Esta misma semana se notificaba a diez de ellos que debían entrar en prisión en las próximas semanas.

No cabe mayor injusticia. Por ello, desde nuestra asociación Raíces hacemos un llamamiento a la difusión del caso y a la constante denuncia de esta injusticia con el fin de conseguir la liberación y exculpación definitiva de dichos patriotas, cuyo único delito fue el de tratar de evitar un acto de menosprecio hacia España y una provocación separatista, ante la pasividad y dejadez de las autoridades.

Cuando el odio hacia España y a todo lo que nos une se encuentra asentado en el propio gobierno, cuando nuestra grandeza y gloria se menosprecia por quien debiera protegerla, cuando el virus separatista se mueve ante la dejadez de quienes gobiernan y la judicatura otorga con su silencio y cuando se profanan tumbas y se profana nuestra historia, no se debe consentir la imposición de semejantes penas a quien empleando medios absolutamente proporcionales, han intentado defender el bien común, que no es otro que España, su unidad y su soberanía.¡Defender España no es un crimen! ¡Presos de Blanquerna libertad!

TAS-RAÍCES



Categorías:Opinión

3 respuestas

  1. La organización terrorista «Pantomima (sic) per la Llengua» se dedica a enganchar pegatinas en los escaparates de aquellos comercios que hacen uso de la lengua española en Cataluña (España). Lo he comprobado en muchos comercios de Barcelona.

    Con estas pegatinas, además de ensuciar, lo único que se consigue es que los castellanohablantes odiemos y rechacemos todavía más la lengua catalana. No se puede obligar a nadie a que use la lengua catalana.

    Esto no es defender y promover la lengua catalana. Poniendo pegatinas, se consigue justamente todo lo contrario.

    Debe haber libertad lingüística. La lengua española la entendemos todos. Y quien quiera, sin obligar a nadie, que hable y escriba en catalán.

    «Pantomima (sic) per la Llengua» actúa igual que los nazis. Siempre a la caza de judíos. Habría que ilegalizar a esta gentuza.

    Y, encima, exigen a TV3% que no pongan anuncios en lengua española. Que, de vez en cuando, hay alguno. No todos son en catalán.

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  2. Siendo como que no soy partidario de este tipo de movidas, esto que han hecho con los de Blanquerna es un aviso a navegantes-¡Ojo que si no sois independentistas y se os ocurre, destrozar un estand de propaganda, quitar banderas ilegales, quemar contenedores o cortar ,las calles aunque seáis cuatro gatos, se os va a caer el pelo¡
    Cada día se parece más Cataluña a Venezuela o Nicaragua. Y así les va a los catalanes. Un día saldrá una reacción y se extrañarán todos los chupasubvenciones.

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  3. Es verdad, ES UNA VERGUENZA

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