Los planes de la Generalidad catalana para la Navidad implican el mantenimiento de las drásticas medidas actualmente en vigor. Así, continuará en vigor la prohibición de viajar a otros municipios durante los fines de semana, puentes y festivos y el toque de queda de diez de la noche a seis de la madrugada.

En cuanto a las reuniones familiares debidas a las fiestas, la administración autonómica pretende que no sean de más de diez personas (que claro tendrán que mantener el toque de queda, el confinamiento perimetral.

Para entrar o salir de Cataluña habrá que tener un motivo que la Generalidad considere «justificado» y se pondrá especial celo en el control de los aforos «domésticos». Para colmo, la Consejería de Salud está empeñada en hundir la actividad de sectores como la hostelería y los espectáculos.

A nosotros nos parece un ensayo de cerrar fronteras y mantener un estado de excepción permanente.

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