Jordi de la Fuente es licenciado en Ciencias Políticas y de la Administración por la Universitat Pompeu Fabra de Barcelona, técnico en Comercio Internacional y Logística por la Cámara de Comercio de Barcelona y posgrado en Comunicación y Liderazgo Político por la Universitat Autònoma de Barcelona). Actualmente es Vicesecretario de Organización de VOX en la provincia Barcelona y director del equipo de Ortega Smith. En esta entrevista nos habla de su labor y de la actividad del partido en la provincia barcelonesa.

Háblenos brevemente de su formación y experiencia como politólogo.

Desde que me licencié en Ciencias Políticas y de la Administración, y durante la carrera, ya andaba metido en diseños de programas electorales, estrategias de propaganda política y campañas electorales. Luego he ido profesionalizando conocimientos y práctica en todo ello -con secreto profesional para mis clientes incluido, evidentemente- y especializándome en el campo de la comunicación política (#ComPol lo llaman en el gremio) y del marketing con nuevos proyectos profesionales que se irán desvelando.

Desde aquellos años universitarios y hasta ahora, siempre he sentido admiración y profundo interés por las campañas no convencionales, por aquellos mensajes políticos que se alejan de lo políticamente correcto, porque considero que conectan mucho mejor con un electorado que se siente abandonado por instituciones y clase política, y por tanto, con una realidad que se nos ha ocultado conscientemente en los grandes medios de comunicación, pero que últimamente se rebela y ejerce el único derecho que no le podrán quitar en democracia: el votar y castigar al mismo tiempo.

¿A qué se dedica un vicesecretario de organización en un partido?

¡A muchas, muchas cosas! Fundamentalmente la labor es la de estructurar, dar cuerpo, mimbres y objetivos a una organización. Gestionar equipos humanos, tarea que es maravillosa, pero a la vez muy complicada y un continuo ir y venir de discusiones, alegrías, liderazgos y proyectos que triunfan o que nunca arrancan. Tal vez por todo esto sea apasionante.

Un trabajo muy grande consolidar una estructura en un partido con pocos años de historia.

Grande y complicado de gestionar con un crecimiento muy rápido, además de haberlo vivido en tiempos absolutamente caóticos. Un partido puede tener un gran éxito electoral, pero sin raíces que se hundan en la sociedad -cuadros y afiliados- y sin valores -lo que te distingue del resto de partidos-, está condenado a no poder soportar tiempos de vacas flacas en votos. Partidos gigantes y prácticamente clientelares sobreviven gracias al reguero continuo de fondos públicos, que saben invertir muy bien en su propia supervivencia. Eso sí, ante ese electorado que comentaba antes, que sufre y que se siente abandonado, gira la cabeza hacia otro lado. No entra en la agenda progre, globalista, o de los «liberales que triunfan en la vida».

¿Qué importancia tiene la presencia del partido en Cataluña a nivel municipal?

Es la tarea más costosa pero la más bonita. La proximidad es lo que da sentido a toda la labor pública que realiza el partido. El tú a tú con los vecinos que soportan situaciones indignas e injustas en sus calles. ¿Es de justicia haber estado trabajando toda una vida, pagando impuestos, pagando letras, para esperar una jubilación tranquila y ver a sus hijos formar familias, para encontrar ahora sus barrios degradados por la inseguridad nacional o extranjera, la okupación y la droga, y a esos hijos en trabajos precarios e inestables y sin poder darles nietos? ¿Por qué el Sistema nos ha «robado» a la juventud un futuro, una vida de trabajo y proyectos personales y familiares sólidos? Crecer en cada barrio es fundamental para dar respuesta a estas generaciones que comparten lo peor que ha generado el siglo XX y que ha sido vomitado sin piedad sobre el XXI.

Además de los ayuntamiento es muy importante aspirar a tener presencia en el Parlament e influir en la política de la región….

Ese va a ser el primer gran paso de VOX en Cataluña. Va a entrar con fuerza en el Parlament por méritos propios, no solamente por lo mal que lo hagan los demás. Lo que va a hacer, eso sí, es todo lo que los demás se han dejado por hacer, porque seguramente para ellos eran eslóganes vacíos electoralistas: va a defender en las instituciones pero también calle a calle a todos esos catalanes hartos del «procés» que han visto como su tierra y su barrio han ido a la ruina mientras una casta separatista sigue hablando de un proyecto insolidario, además de imposible, como es la independencia. Tener el altavoz de las instituciones será muy importante, porque será usado para dar voz a lo que día a día se denuncie a pie de calle. Ya nada volverá a ser igual con VOX en el Parlament.

¿La deriva de Ciudadanos a nivel estatal, hace que puedan comerle más terreno en Cataluña?

Seguramente, pero no hace falta irse a la deriva nacional de Ciudadanos: basta con lo que han hecho en Cataluña. Siendo la primera fuerza en votos y diputados del Parlament, desde el primer minuto abandonaron todo proyecto de resistencia al «procés» en la cámara y en la vida diaria de los catalanes no separatistas. Los sillones y la vida cómoda han sido irresistibles para aquellos cuyo dogma es vender valores al mejor postor, a izquierda y a derecha, por aquello de «ser bisagra». Los votantes de Ciudadanos de 2017 ya saben que este partido no es una herramienta útil contra el desastre que han montado los corruptos de JxCat, los muletas de Sánchez de ERC y los aprendices de bilduetarras de la CUP. También saben que el PP se conforma con ser testimonial y tener unos cuantos sentados en el Parlament sin plantar batalla. La sorpresa les vendrá algunos cuando vean cómo crece VOX en los feudos socialistas. Para esos es algo «antinatural», para VOX es totalmente lógico.

La presencia de Vox es muy molesta en Cataluña para el sector separatista, ¿Cómo están preparados para soportar la presión en territorio hostil?

Hay muchísima gente que se lanza a los brazos de VOX en el momento que los ve en una carpa, en medio de una plaza, aunque estén rodeados de lazos amarillos, retratos de los políticos presos y estelades. Esa Cataluña silenciada y dominada políticamente por el régimen separatista debe de ser representada por los que han perdido el miedo y tienen todo el derecho a decir lo que piensan. Otra sorpresa venidera: cuando aquellos separatistas que, hartos de promesas que nunca llegan, empiecen a pensar que sus prioridades son vivir seguros y tener trabajo antes que la independencia, y vean que VOX cumple esas expectativas… ¿quién sabe?

Los que agredieron a miembros de Vox en Barcelona van a ser juzgados por estas agresiones, ¿Espera una sanción ejemplar?

Ojalá sea así. El terrorismo callejero que sufrimos en Cataluña ha estado impune durante décadas. Estas agresiones a los que defienden la unidad de España en tierra catalana no son nuevas, pero antes estaban irremediablemente silenciadas y no encontraban defensa. Los partidos que deberían haber dado la cara ignoraban estos episodios violentos, no les convenía, decían que les relacionaba con algo «marginal». No, no era marginalidad, era una realidad, era la puesta en práctica de la omertà progre-separatista y que ahora VOX sí que no va a pasar de largo.

Por Javier Navascués

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