Milicianos kurdos (peshmerga) ante una fosa común en los alrededores de Sinjar, en Irak
Las feministas no te han contado nada sobre ellas, fueron 19 chicas, algunas adolescentes, de raza yizadie, algunas eran rubias, otras pelirrojas, otras morenas, pertenecían a un pueblo minoritario de origen ario hoy ya casi exterminado en Iraq y Siria por los islamistas. Asesinadas en 2014.
Miles de musulmanes sunitas han partido voluntarios de toda Europa, a luchar para crear un califato Islámico al estilo de Arabia Saudí en tierras de chiitas, en un principio con la ayuda de Obama y los Clinton para desestabilIzar al gobierno sirio. Estos voluntarios islamicos van a la guerra motivados por su fe religiosa, su odio, y el botín de la guerra, esto es, las propiedades de los cristianos, yizadies y musulmanes chiitas, también la de mujeres e hijas de estos, algo que para ellos ha sido la norma durante siglos, aunque para los ojos del occidental sea difícil de asimilar.
Las 19 yizadíes fueron parte del botín de guerra del Estado Islamico al arrasar la ciudad yizadie de Sinjar
A las 19 de Sinjar las esclavizaron como manda literalmente su libro sagrado, los combatientes conscientes se saben amparados por su religión y sus líderes religiosos. Las 19 yizadíes fueron parte del botín de guerra del Estado Islamico al arrasar la ciudad yizadie de Sinjar. El método no es nuevo, se arrasa una ciudad, se mata a los hombres, no a todos, algunos se convierten antes, otros no, otros ven como violan a sus hijas, madre su esposas, luego los matan. Otros siguen viviendo, ven como se llevan a las mujeres y niñas de sus casas, algunas se regalan a los islamistas que se han destacado en la toma de la ciudad, otras son atadas y como rebaños conducidos a una plaza donde son subastadas entre ellos. El resto las que no han encontrado un comprador, serán llevadas en caravanas atadas a prostíbulos de Pakistán y otros países de la órbita.
Ayer se cumplieron 5 años del final del sufrimiento, a las 19 de Sinjar las metieron desnudas en jaulas de acero y les prendieron fuego vivas en la ciudad iraquí -antes de mayoría cristiana- de Mosul. Cautivas durante un año, sometidas a las técnicas del terror psicológico y físico que describe su manual sagrado. Fueron repetidas veces violadas y torturadas, pero continuaron resistiéndose a la condición que les habían reducido los islamistas desde agosto de 2014.
Karin Ismail, pintor yazidi conmovido por la suerte de estas pobres adolescentes ha pintado este cuadro en homenaje a su memoria. Si esta barbarie hubiera sido organizada por cristianos -lo que sabemos que hubiera sido imposible- a día de hoy aún las feministas las usarían repetidamente en los medios de comunicación recordando lo que les sucedió.
Sus violadores y asesinos, son de la religión innombrable, y Karin Ismail ha querido hacerles el homenaje que ninguna feminista todavía les ha hecho, para que no caigan en el olvido.
‹ Los mossos se encuentran a un entusiasta artista, más solo que la una, montando su protesta global
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somatemps.me 
Bien… Si eso es cierto, el Estado español debería mandar a las organizaciones feministas a esos dos países para que hagan lo mismo que en España. El trayecto de ida y vuelta, que se encarguen las «heróicas» ONG;
¡Y… misión cumplida!
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Estoy asombrado y desconcertado! Por fin joseflorencio ha dicho algo coherente…siga así por favor!
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No son yizadies sino yazidies
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¿A que Soros no dice nada?
Esas inocentes eran de la religión equivocada.
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que todavía exista este tipo de gente en el mundo es increible,pero que nadie haga nada para erradicar todo esto es lo peor !! Es repugnante! ni feministas! ni Gobiernos! ni absolutamente nadie merece tan siquiera vivir! es vergonzoso que se permitan este tipo de atrocidades.. Lo que hace el dinero… Asco absoluto.
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Una «religión» así, no merece este nombre. De hecho, las religiones las hicieron humanos, muchas de ellas con el afán de gobernar instaurando feroces dictaduras machistas y excluyentes, como las que hay en los países islámicos; como Arabia Saudita o Iran, en donde mandan más los kapos religiosos que los mismos políticos a los que «examinan» antes de presentar su candidatura, para ver si acatarán la nortmativa, impuesta por ellos. En estos países, sobre todo para las mujeres, la vida no es nada fácil.
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El islam es una religión de odio. Que no nos vengan con que adoramos al mismo Dios, porque es mentira. El Dios cristiano, el Dios verdadero, es amor. Alá, el falso dios mahometano es un dios que odia a los no musulmanes. No todos los musulmanes son así, claro, pero quien haya leído el Corán, ese libro lleno de contradicciones y de disparates históricos y científicos, predica el odio a quien no acepte el islam. Y además, el islam es machismo puro y duro. Es una religión en la que la mujer no vale nada. Según los hadices, es juguete del varón, y son muy pocas las que van al cielo. Su testimonio vale menos que el de un hombre: para demostrar su inocencia en caso de adulterio, tiene que presentar cuatro testigos (¿y quién va a haber sido testigo de un acto así?). En la Arabia Inaudita hasta hace nada no podía ni conducir un coche. Y el marido está autorizado a pegarle a la mujer ante la simple sospecha de adulterio. ¿Y todavía hay quien piensa que todas las religiones son iguales o valen lo mismo? El falso dios Alá es un tirano que impone su voluntad. No es un Dios que se pone en nuestro lugar, se mete en nuestro pellejo y da la vida para salvarnos, enseñándonos a perdonar y a amar a nuestros enemigos (aunque sean musulmanes). El islam es una religión egoísta, hedonista y machista, según la cual cada hombre en el cielo tendrá un harén de 72 esclavas huríes de las que abusará por la eternidad. La caridad, el amor al prójimo, brilla por su ausencia.
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