El obispo Joanikije de Budimlje-Nikšić y siete sacerdotes del Metropolitanato de Montenegro han sido detenidos por la policía durante 72 horas, tras ser interrogados por la Fiscalía Estatal de Nikšić.

La causa: la Iglesia ortodoxa serbia organizó una procesión y una liturgia en Nikšić en la festividad de San Basilio de Ostrog, que reunió a un gran número de ciudadanos, a pesar de la prohibición de reuniones públicas debido a la pandemia de coronavirus. Les acusaron de violar las medidas para suprimir el coronavirus.

El obispo y sus sacerdotes fueron detenidos en el Hogar Parroquial. La policía tuvo que sortear un gran gentío de cristianos que protegieron el local al grito de «no entregamos a nuestros santos». Los fieles acusan a las autoridades de querer desestabilizar la ya de por sí crítica situación política en Montenegro.

La Iglesia Ortodoxa Serbia ha expresado que la intención de la policía era «humillar al eminente Jerarca de la Iglesia de Dios con la forma en que querían llevarlo al cuartel de policía en un vehículo para delincuentes». El Bishop se negó dignamente y, para gran disgusto de la gente reunida (varios miles de simpatizantes), fue a pie a la comisaría, acompañado por algunos sacerdotes.

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