Hace tres semanas que el jefe de losMossos d’Esquadra, el comisario Eduard Sallent, permanece confinado en su casa ante las sospechas de haber superado el coronavirus pero sin la posibilidad de hacerse una prueba médica.

En esta situación se encuentran más de mil mossos que permanecen aislados sin capacidad de trabajar y sin saber si están o no contagiados porque hace tres semanas que a ni un sólo integrante de la policía catalana se le realizan tests.

Los comisarios de los mossos, en un gesto sin precedentes, han dado un paso al frente y este lunes celebran una reunión de urgencia en la que los mandos valorarán la gestión que la Administración catalana está haciendo de la crisis sanitaria y el trato que están recibiendo los Mossos.

Para colmo, llegaba la noticia de que colectivos como los bomberos recibirán  una paga extraordinaria para funcionarios que han hecho frente a la pandemia pero que dejaba fuera a los policías. Ya no es el dinero sino el sentimiento de menosprecio lo que más ha irritado al cuerpo.

Nuevamente, los mossos sienten el desamparo de la casta política que os dirige. La desmotivación sigue socavando la moral de este cuerpo.