¡ESPANYA ENS ROBA! gritaban neandethalescamente separatistas como Tardà. Para ello ERC lideró una campaña para que se rescataran las autopistas y dejaran de pagarse peajes. Hasta ahí todo normal. El despiporre viene cuando ahora, que se acaba de liberar la AP-7, alcaldes de ERC piden por favor que se queden las concesionarias y que se sigan pagando los peajes de las autopistas.

Lo que no habían caído es que los peajes de las autopìstas pagan IBI (y muy alto) en las poblaciones donde están los peajes. De hecho, muchos de estos municipios (ahora gobernados por ERC), necesitan de ese IBI para sobrevivir.

Un ejemplo: el Ayuntamiento del Perelló (Baix Ebre) dejará de percibir 70.000 euros al año, lo que supondrá un descenso del 2,2% de sus arcas municipales. La alcaldesa es de ERC y ahora se queja de que “eso no está bien”. Peor lo tiene Ulldecona (Montsià). El ayuntamiento dejará de percibir 270.000 de euros anuales, una cifra que representa el 4% de su presupuesto total.

En el año 2012, ERC se sumó a la campaña “No quiero pagar” de Solidaritat per la Independència. Ahora tendrán que montar la campaña, «Queremos cobrar».

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