El expresidente de Bolivia, Evo Morales, ha voladohacia México en un avión enviado por el gobierno de ese país. Ha aceptado así el ofrecimiento de asilo político ofrecido por el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador.
Casi catorce años de gobierno de Evo Morales en Bolivia, han acabado como el rosario de la aurora y no han servido para crear una institucionalidad fuerte y moderna. Los politólogos aún no saben como clasificar lo ocurrido en apenas un día en Bolivia ¿golpe de Estado? ¿asonada militar? ¿desgaste de un narcorégimen? ¿cansancio ante la eterna corrupción electoral?
Tras las profundas sospechas de manipulación en el recuento de votos en las elecciones presidenciales han precipitado el fin de la etapa de Evo Morales. Las manifestaciones, la falta de apoyo de la policía y las presiones desde la poderosa región de Santa cruz, han logrado lo que parecía imposible, acabar con el fraude-indigenista-socialista de Evo Morales.
El informe preliminar de la Organización de Estados Americanos OEA), con quien Evo Morales había llegado a un acuerdo para que efectuara una auditoría de las elecciones, fue la puntilla. Según la OEA, en las presidenciales se habían cometido “graves irregularidades” que hacían necesaria la repetición de las elecciones.
La abrupta dimisión de Morales, de su vicepresidente Álvaro García Linera, de ministros, de los presidentes de la Cámara de Diputados y el Senado, así como de gobernadores y otros legisladores del oficialista Movimiento al Socialismo (MAS) han sumido a Bolivia en el vacío de poder.
El caos y el desgobierno se han trasladado a las calles, proliferando los incendios a domicilios particulares de políticos, líderes sociales e incluso periodistas, mientras la comunidad internacional se divide entre considerar si se trata de un golpe de estado o no.
El caso es que la situación era insostenible y Evo Morales ha marchado, dejando un país desgarrado a sus espaldas. Eso sí, ha prometido por la Pachamama, que regresará con más fuerza si cabe. Dios les libre a los bolivianos.
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somatemps.me 
Con todo, ha tenido más suerte que Gadafi, Saddam Hussein y Ceaucescu. A ésos les dieron matarile in situ…
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Con todo, ha tenido más suerte que Gadafi, Saddam Hussein y Ceaucescu, a esos les dieron matarile in situ… Ya veremos lo que le pasa al Maduro dentro de poco…
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Para los hispanistas, ver otra nación hermana en «llamas» es preocupante, ya que las revueltas e inestabilidad parecen asentarse por gran parte de Hispanoamérica: Venezuela, Ecuador, Chile, Bolivia e incluso Perú.
Para reflexionar y para nada una alegría.
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Para los hispanófilos (no sé si hispanistas o no), el caos hispanoamericano comienza, justamente, tras las «independencias» cuando las élites criollas masónicas se convierten en cleptocráticas al servicio de metrópolis ocultas. Justamente lo que inspira a los separatistas catalanes que, de hecho, han hecho referencia a esas ablaciones de España (no «independencias») como inspiración propia.
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Bolivia es asín. Tienen más golpes de Estado acumulados que años de Historia.
La bandera mejicana tiene una franja verde en lugar de una azul.
La primera oración está mal redactada. Debiera decir «enviado por este país» (Mëjico) en lugar de «ese país», que se referiría a Bolivia. Mala referencia anafórica.
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