Fui uno de los socios fundadores de Sociedad Civil Catalana que, desde Somatemps, emprendimos el reto de dotar a la sociedad civil de Cataluña, que no aceptaba el sometimiento a los planteamientos excluyentes del nacionalismo, de una entidad capaz de aglutinar voluntades de personas y asociaciones contra el separatismo.

Pasado el tiempo he observado con gran pesar la deriva ideológica que ha ido tomando SCC al acercarse al Partit Socialista de Cataluña y aceptando por tanto sus planteamientos contrarios a la idea inicial de no involucrarse en la lucha partidista que tanto daño está haciendo y aceptando su tolerancia a sus tesis contemporizadoras con algunos planteamientos del Proceso separatista.

La presidencia de SCC ha hecho manifestaciones que chocan frontalmente contra el sentir de gran parte de sus socios. Por ejemplo: El apoyo a la Inmersión Lingüística, las críticas a la prisión preventiva de los golpistas y el requerimiento a la “generosidad del Estado para con ellos, la crítica a la manifestación de Plaza Colón de tres de los grandes partidos constitucionalistas, la manifestación de que “a dos millones de personas no se les puede decir que no” ignorando a la mitad de la población de Cataluña y, por último, la invitación a los partidos políticos a la gran manifestación del día 27 de octubre contraria al principio de no involucrarse en política -sobre todo en plena campaña electoral- y soslayando a otro partido que apoya la Constitución como es Vox.

Esa no es ya la Sociedad Civil Catalana que orgullosamente constituimos en 2014. No me siento ya identificado con los planteamientos que actualmente manifiesta Sociedad Civil Catalana. Sea pues este comunicado el de mi dimisión como socio de la misma. Agradezco a los compañeros con los que he participado en este proyecto por su afecto y apoyo.

En Barcelona a 26 de Octubre de 2019 Xavier M. Codorníu.