Suecia era progresista, o lo sigue siendo pero de otra manera. Ya va a implementar el servicio militar obligatorio; empieza a reconocer que esto que que refugiados violen y agredan sexualmente a sus jóvenes vikingas es pasarse de la raya; empieza a estar hasta las narices que en cientos de barrios de poblaciones suecas, se te acerque dos musulmanes y te digan que debe respetar la sharia para no ofenderles.

Por tanto, ha llegado la ora de plantearse un buen combinado: la progresión-intolerancia. Por eso, el país nórdico ha ordenado la inmediata expulsión de cinco imanes que son un verdadero peligro de seguridad para los suecos. Más concretamente son: Abo Raad, Fekri Hamad, Viktor Gaziev y a Hussein Al Jibury, todos ellos  considerados un peligro para la seguridad nacional.

La policía y los políticos suecos han tardado unos diez años en enterarse que  se han dedicado a radicalizar a numerosos musulmanes residentes en Suecia. Como ejemplo, tenemos que ciudades como Malmö han sufrido numerosos ataques por parte de radicales, aunque la gran mayoría de ellos solamente ocasionaron daños materiales.

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