Las siete promesas electorales incumplidas de Chis-Torra


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El gobierno Chis-Torra cumple un año marcado por una inoperancia absoluta. Si atendemos a su discurso de investidura en el Parlamento regional de Cataluña, se puede afirmar que no ha dado un palo al agua. Un año de mandato ha sido simplemente un año de agitprop. Ahí va su programa incumplido:

Las leyes suspendidas

Torra prometió en su investidura recuperar 16 leyes suspendidas por el Tribunal Constitucional (TC). Hasta ahora solo se ha formalizado –y parcialmente– la de la ley contra los desalojos y la pobreza energética, al retirar el ejecutivo del PSOE dos de los tres recursos planteados contra ella al TC.

Los compromisos de gestión

De hecho, solo se han aprobado dos nuevas leyes: la de supresión del Consejo Comarcal del Barcelonès, un ente que llevaba años siendo un muerto viviente, y la de espacios agrarios. Para que no se diga, el Parlamento también ha modificado cuatro leyes en lo que va de legislatura.

El presupuesto “más social”

El fracaso de gestión más sonado hasta la fecha del govern Torra es su imposibilidad para aprobar el presupuesto de 2019, sin el cual, difícilmente pueden revertirse los recortes de los años de la crisis. El ejecutivo se pasó meses negociando las cuentas de puertas para adentro, porque no había acuerdo entre JpC y ERC, y, tras encontrar un mínimo común denominador, el proyecto presupuestario embarrancó definitivamente en la fallida negociación con los comunes. Chis-Torra y su vicepresidente y hombre fuerte de ERC en el govern, Pere Aragonès, llegaron a presentarlo como el presupuesto “más social” de la historia, pero en realidad, nunca pasó de la fase de proyecto.

El consejo de la república

El llamado «consejo para la república», el más cacareado de los organismos que integran la estructura parainstitucional fue vendido por Chis-Torra en su investidura como el medio a crear para “hacer efectiva la república”. El consejo sería como una especie de gobierno en el exilio liderado por Puigdemont. Como parece que no había forma de ponerlo en marcha, se anunció que el consejo solo se activaría cuando llegara al millón de inscritos. Aún hoy no llegan a las 70.000.

La asamblea de electos

Junto al consejo, tambi´ñen se prometió una “asamblea de electos” que recuperaba la idea impulsada la legislatura anterior por la Asociación de Municipios por la Independencia (AMI), consistente en crear un registro voluntario de cargos electos, en su mayoría concejales, que, hipotéticamente, y según su propia terminología, asumiría “la defensa de las instituciones catalanas” en caso de una intervención por parte del Gobierno. Pero nada de nada.

El proceso constituyente

Otra genialidad era crear  un “foro social y cívico constituyente” que se suponía que iba a empezar a preparar una eventual república catalana y esbozar una constitución para la misma. Lo que acabó presentando mes y medio después fue un “consejo asesor” para impulsar el mencionado foro presidido por el cantautor y exdiputado de Junts pel Sí Lluís Llach. Nivelazo.

La restitución de Puigdemont

El plato fuerte de entre los compromisos del govern TChis-orra ha sido la restitución de Puigdemont, al que, desde que le ungió como sucesor, el actual president se somete disciplinadamente. Pero, pese a las promesas, y como era de esperar, no ha habido restitución … ni la habrá.

Así, el Parlamento regional agoniza en la inanición más inaudita.

 



Categorías:POLÍTICA NACIONALISTA Y NOTÍCIAS

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  1. ………..

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