Aunque Puigdemont va por Europa dando por hecho que ocupará su escaño europeo, si las urnas lo ratifican este domingo, esa hipótesis parece cada vez más un deseo que la realidad. El portavoz y director general de Comunicación del Parlamento Europeo, Jaume Duch, ha asegurado este viernes que será la Junta Central Electoral española la que decida sobre cómo tiene que actuar Puigdemont para adquirir la condición de europarlamentario, si obtiene escaño.

Podemos adelantar que la normativa es la misma que se aplica en unos comicios al Congreso o al Senado. Puigdemont ha venido insistiendo durante la campaña en que su intención es recoger el acta de eurodiputado si es elegido el 26 de mayo. Sin embargo, no ha aclarado si vendrá a España para realizar ese trámite.

Según  el golpista catalán, las elecciones europeas harán que tenga una inmunidad que le habilite para completar los trámites que recoge la Ley Orgánica de Régimen Electoral General. ¿Esto será posible? ¿El Estado respetará las reglas de juego de la UE? La pregunta debe formularse a las autoridades españolas. Pero algo nos dice que ante el riesgo, Puigdemont se quedará encerrado en los lavabos de la chabola de Waterloo.

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