El presidente catalán, Quim Torra, no confió a la improvisación su choque con la Junta Electoral Central en la polémica por los lazos amarillos. La estrategia de Torra, que podría ser inhabilitado con hasta dos años para ejercer cargos públicos, busca, precisamente, esa sanción. De hecho,, Chis-Torra reconoció a los suyos que una inhabilitación no le “preocupa”.

El horizonte de unos nuevos comicios catalanes para otoño cobra cada vez más fuerza. De momento el PDeCAT parece esperar a los resultados de las elecciones generales, municipales y europeas para tomar la decisión. Una inhabilitación permitiría a Torra quedar “como un héroe” y dejar la política por la puerta grande de los independentistas y la pequeña de la historia.

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