En Córcega están de campaña electoral. Los favoritos son los representantes de Pè a Corsica (Por Córcega), la coalición de autonomistas e independentistas. Era inevitable que el «caso catalán» estuviera presente en toda la campaña en una isla con tan sólo 350.000 habitantes.

La isla celebra este domingo la primera vuelta de unas elecciones trascendentales. De ellas saldrá el equipo de Gobierno del nuevo órgano territorial, una entidad única y con más poder que nacerá el 1 de enero del 2018 fruto de la fusión de los dos departamentos actuales, Córcega del Sur y Alta Córcega. El independentismo corso, aspira, como mucho,  obligar a París a escuchar sus reivindicaciones, básicamente negociar un estatuto de autonomía con poder legislativo, y reconocer la cooficialidad de la lengua corsa.

Pero para ello es necesario reformar la Constitución francesa. Para que luego digan que España es un estado opresor y centralista. Córcega no despegue económicamente. Hoy sólo representa el 0,4% del PIB francés, de ahí que se mire a Catalunya más como un referente económico que como un modelo político.

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