Anteayer. Calle Mandri de Barcelona por la noche. Un grupo de separatistas recorre la calle haciendo una empapelada en favor de la liberación de los presos sediciosos. A los pocos minutos, bajan los vecinos y dejan la calle bien bonita y limpia. El secesionismo se está encontrando con lo que nunca esperó. La reacción contra él no es sólo del Estado, eso favorecería su estrategia, sino de la sociedad. Y contra eso no puede luchar.

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