Miracle! 20 dies després, passem de 991 a 1.066 “ferits” al butifarrèndum.

El nacionalismo sólo tiene 1 objetivo: “eixamplar la base social”, que significa timar a más catalanes con el nacionalismo para rebasar el 50% en votos. Por eso todas las acciones y todos los recursos de la Generalitat desde hace 10 años van dirigidos a aumentar sus votantes. I això com es fa? Només d’una manera: aumentando el victimismo. Ya sabe: espanyansroba, ensvolenaixafar, ensvolenresiduals, ensvolenesborrar… i espanyansmata.
Esta última declinación del mandamiento victimista era lo previsto para el 1-O: golpeados, heridos, y (a poder ser) muertos por la policía de “l’estat”. Era la imagen deseada. Por eso las “instrucciones oficiales” que circulaban en los grupos separatistas emitidas por Òmnium y la ANC eran muy claras: acompañar a ancianos y niños a los buticoles; la imatge d’un nen agredit i plorant seria lo màxim, una àvia sagnant seria demolidor.
Pero salió al revés.
- Marta Tetas Torrecilla dio la vuelta al mundo con sus 5 dedos rotos; pero la historia que divulgó La Vanguardia era mentira.
- Tremosa divulgaba fotos de policías chilenos frente a niños.
- La abuela sanguinolienta se cayó por la escalera.
- El Punt Avui difundía imágenes de violencia policial… de los Mossos y de 2013.
- Los provocadores fingían, se tiraban al suelo y procuraban la agresión que no llegaba.
- La Guardia Civil actuaba con cuidado y dando “moltes gràcies” a los provocadores.
- Los agredidos eran los policías y los apedreados eran los guardiaciviles.
- The Guardian avisaba que la supuesta violencia en el 1-O eran “fake news”, noticias falsas. Le Monde alertaba de que había muchas “imágenes falsas” de violencia.
- El exdirector de The Guardian decía que el número de heridos “no fue comprobado de forma independiente”.
¿Balance final? 2 heridos. Uno por infarto, otro por un rebote de una -al parecer- pelota de goma. Basta.
Però la Generalitat va proclamar 800 y hasta 900 heridos. Se quedaron en 991. Nadie sabe de dónde han salido, a qué hospital fueron, qué les pasó, nadie les visitó. Era puro cuento. ¿De dónde salía esa cifra? De la fantasía nacionalista, y de las instrucciones dadas por la Generalitat a los centros de salud varias semanas antes:“Cualquiera que venga el día 1 o en los siguientes, con cualquier cuadro médico (incluso ansiedad, nervios, dolor de cabeza…) debe ser preguntado si cree que puede haber influido el butifarrèndum. En caso afirmativo contará como ‘víctima’”.
Ayer día 19 la Generalitat anunció que habían aparecido 75 nuevos heridos por el butifarrèndum. Sabem que és la màgia del prusés, però arriba tard: només els fanàtics es creuen ja les milongues del nacionalisme.
Curioso: se van empresas y llegan nuevos heridos. Pur nacionalisme.
Dolça i enganyada Catalunya…
Categorías:OPINIÓN
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