La magistrada de la Audiencia Nacional, Carmen Lamela, ha fijado comparecencias quincenales para el mayor de los Mossos d’Esquadra Josep Lluís Trapero, imputado por un delito de sedición. Nada de prisión incondicional como había solicitado el Fiscal. Sólo se retirará el pasaporte, no se a que se quiera largar a Andorra.

La Guardia Civil atribuye a Trapero «una inacción flagrante» coordinada con Sànchez, Cuixart, el presidente Carles Puigdemont y el vicepresidente Oriol Junqueras, entre otros, que apunta que respondía a «un plan premeditado».

Pero lo único que le ha impuesto la juez es una fianza de 40.000 euros y andando que es gerundio. Un buen preludio de lo que irán siendo las «negociaciones» simbólicas con los sediciosos. Señores, el pescado está vendido. Lo demás será una opereta.

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