Artur Mas se ve de nuevo presidente de la Generalitat. Para ello, desde bambalinas, es que más está calentando el ambiente (junto a la CUP) para que se produzca el choque de trenes (bueno el choque de tren contra un rebaño de borregos.

Cuenta con un grupito de iluminados dispuestos a emular a Companys. Son José Antich, ex director de La Vanguardia y ahora de El Nacional.cat; David Madí, su ex mano derecha cuando fue conseller en cap en el Ejecutivo de Jordi Pujol y su gran asesor en toda su etapa como jefe de la oposición con los gobiernos tripartito (pringado recientemente en casos del 3%); Pilar Rahola, columnista en La Vanguardia y animadora y agitadora del proceso soberanista; Francesc Homs, el ex consejero de Presidència (en proceso de imputación), y Jordi Turull, presidente del grupo parlamentario de Junts pel Sí (Hermanito del que fuera Director del Seminario de Barcelona).

Mas está dispuesto a plantar cara al Estado y de rebote volver a ser el presidente de la Generalitat. Carles Puigdemont no será obstáculo ni problema. Aunque no lo parezca está deseando convocar el referéndum, que el gobierno central loprohíba, convocar elecciones,no presentarse y volver a casa sano y salvo del choque de trenes.

No por ello es casualidad que Mas, misteriosamente, ha protagonizado espacios televisivos, en 8TV y en TV3, conferencias de prensa en el Palau de la Generalitat, totalmente medidas y controladas, y charlas y conferencias en la Universitat Pompeu Fabra y en la Autónoma de Madrid. O también ha sido curiosa la orquestación de la dramaturgia de masas de jubilados acompañándole al Palacio de Justicia.

Mas se frota las manos con el choque del tren contra el rebaño, pues piensa que va a sacar tajada. Aunque se olvida que es gafe y que todo lo que suele planear sale mal.

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