Los políticos nacionalistas proclaman que “anematotes“, que “desbordaremos” al Estado y que “això no té aturador”. Desvelan que tienen ilegalmente los datos fiscales de los catalanes, que han elaborado listas negras de jueces, que una potencia extranjera les enseña contraespionaje y que han ocultado €400 millones para financiar el golpe de estado. Dicen que una chusma tumultuaria evitará que los políticos nacionalistas imputados declaren ante el juez. El presidente de la Gene afirma que si se precintan los colegios para que se cumpla la ley, los “desprecintará”.  Màxima tensió política que recorda els anys 30 del segle passat.

Y en la calle, en Barcelona, ¿qué ocurre?

Nada.

Los restaurantes, llenos de parejas cenando y de amigos divirtiéndose. Las tiendas, acabando las rebajas y preparando la primavera. Las calles, como siempre. Las paredes, limpias. Los partidos de fútbol y de pádel de entre semana con la colla, a tope. Los runners preparando la maratón de Barcelona. El metro y el bus, tan aburridos como siempre. Las escuelas y universidades, tranquilas. En la oficina, en el trabajo, nada ha cambiado. Cumpliendo, empujando, peleando para salir adelante y esperando a que llegue el viernes. Igual que en Madrid, en Valencia, en Murcia o en La Coruña. Pasen y vean, vengan y cuéntenlo.

Nadie rellena sus despensas, hace acopio de provisiones, saca dinero del banco o guarda bidones de gasolina para el coche. Nadie se cree lo de la secesión, el copdestat, el anematotes y la desconnexió. 

La gent passa del referéndum, del jutge Vidal, del viatge d´en Puigdemont a Brusel-les y de las paridas nacionalistas en general. El acelerón de los separatistas … les ha dejado solos. La gente no les sigue. Ya no hablan de sus dèries a la feina, al bar o amb els amics. El tema se ha agotado y no da más de sí. Sólo los más fanáticos siguen con el monotema. Sólo los más fanáticos conservan la cubana -poquísimas ya- en el balcón. Sólo los más fanáticos y quienes viven del cuento se ha creído la historieta. Poco a poco, sin darse cuenta, se han quedado solos los radicales, retroalimentados en los mitjans del Règim y redes sociales endogámicas. No llegan ya ni al 15%. Algunos, desconcertados, se ha dado cuenta: la immensa majoria del catalans ha desconnectat…dels polítics de la Gene.

Mientras viven con el orden de siempre y respetando cívicamente las normas de convivencia, los catalanes contemplan, a lo lejos, a unos políticos alejados de la realidad, como de otra galaxia, que dicen y hacen cosas raras que no van con ellos. Yesperan resignados y cansados a que las inevitables consecuencias caigan de una vez -es que tardan mucho, escolti- sobre ellos : ja els hi arribarà.

¿Que una masa de acólitos -pocos, si los cuentan bien- impide a Artur Mas declarar ante el juez el lunes? Doncs ja declararà el dia següent.

¿Que Junqueras dice que hay que pagar los impuestos a la Gene? Vostè primer, sisplau.

¿Que Puigdemont quiere montar su referéndum? Ja van fer el ridícul el 9N, jo no hi aniré.

¿Que la ANC les pide a los funcionarios que desobedezcan, que tranquilos que no passa res? Ep, que amb els meus diners no s´hi juga.

No, no hay ambiente de golpe, ni de secesión en Barcelona. Ni en Tarragona. Ni en Cataluña toda. Sólo quatre gats están dispuestos a quemar contenedores, acampar en la plaza San Jaime y manifestarse cada día por el noupaís. La gente está harta y espera que pase de una vez lo que todos sabemos que pasará:  detención, imputación, multa grossa i inhabilitació pels polítics fanàtics. Y vuelta a la moderación y el seny.

El nacionalisme ja ha perdut: només cal que l´Estat faci el que ha de fer, el que tothom espera que faci, i que ho faci bé.

Sres nacionalistas: sigan pisando el acelerador, a tope, al máximo, push the pedal to the metal. No esperen a septiembre, ni a mayo: hagan el referéndum ya, per l´amor de Déu.

Sres Rajoy, PSOE, Rivera: no tengan miedo de actuar según la ley, los catalanes no merecemos sufrir más.

Dolça i assenyada Catalunya…

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