El 17 de marzo de 2001 es asesinado en Rosas (Gerona) el Mosso d’Esquadra Santos Santamaría. El cobarde y traicionero método utilizado fue un coche-bomba activado por un temporizador. Hacía ocho días que otro conche-bomba había acabado con la vida del ertzaina Iñaki Totorika Vega.
Santos Santamaría estaba libre de servicio y se presentó de forma voluntaria a sus superiores para trabajar en el acordonamiento del lugar, evacuación de posibles víctimas, coordinación de desalojos y en todo aquello que se juzgara necesario para preservar la seguridad de los ciudadanos de Rosas. La explosión le alcanzó a Santos y a un policía municipal, Carlos Ruiz Borrego, precisamente mientras establecían el cordón de seguridad y desalojaban el Hotel Montecarlo, frente al que los etarras habían dejado el coche-bomba. Ambos fueron trasladados al Hospital de Figueras. Santos fue alcanzado por un amortiguador del vehículo, que se le incrustó en el abdomen y murió pocos minutos después de ingresar en el hospital. También resultó herida una ciudadana francesa. La explosión causó, además, numerosos desperfectos materiales en inmuebles y vehículos.

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