¿Como quiere ser Cataluña un país serio? Ya sabemos que una hipotética Cataluña independiente no tendría ni de lejos los suficientes funcionarios de hacienda ni notarios, ni profesionales cualificados (por ejemplo controladores aéreos, técnicos administrativos del Estado… por no hablar de que en una Cataluña tan pacifista y buenista no habría voluntarios ni para un ejército mínimo. También otras profesiones decisivas registrarían un gran déficit, por ejemplo los jueces.

Cataluña es una de las comunidades que menos jueces y magistrados tiene por habitante, con una media de 10,2 por cada 100.000 personas, por debajo de la estatal (11,1) y sólo por delante de Castilla-La Mancha, Navarra y Extremadura.

En Cataluña hay muy pocos jueces catalanes y los pocos que estudian las oposiciones suelen pedir destino en el resto del territorio español. Los jueces del resto de España tienen muy pocas ganas de venir a Cataluña. ¿Por qué será?

No es extraño que sea así porque sienten la espada de Damocles de la obligación de aprender catalán. Para resolver este problema el Gobierno central trasladó la Escuela Judicial nacional a Barcelona. Pero ni con estos detalles del Estado hacia Cataluña se ha conseguido solucionar nada.

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