
En la sesión de investidura a la presidencia del gobierno, al tomar Pablo Iglesias la palabra, se despachó a gusto contra la Cruz de Borgoña, a la que parece culpabilizar de todos los males. Dejando de lado su confusión con la Ikurriña, con lo que pretendía insultar a a Albert Rivera, acusándole de estar con los nacionalistas. El caso es que a Pablo Iglesias, eso de la Cruz de Borgoña le suena a algo malo.
¿A santo de qué se produce ese ataque innecesario, gratuito y que no venía a cuento en un debate como ese? Sencillamente al odio ya secular que tiene la progresía en general y el marxismo que este personaje encarna en particular. ¿Por qué? A mi juicio por tres cuestiones que explicaré brevemente:
En la sesión de investidura a la presidencia del gobierno, al tomar Pablo Iglesias la palabra, se ha despachado a gusto contra la Cruz de Borgoña, a la que parece culpabilizar de todos los males.

De ahí que Pablo Iglesias aludiera a los gudaris vascos, porque sabe y es consciente de que los carlistas, con la Cruz de Borgoña al frente, lucharon por Dios y por España frente al separatismo de los gudaris vascos.
Es por tanto evidente que por estas cuestiones la Cruz de Borgoña da urticaria, porque aún se recuerda en ambientes en el que pervive el sentimiento guerracivilista la acción heroica y martirial de los valientes requetés en el campo de batalla. No en vano aún pervive la frase de Indalecio Prieto, “no hay nada más peligroso que un requeté recién comulgado”. A pesar de ser en la actualidad el carlismo una fuerza política minoritaria aún se le odia y, yo diría más, se le teme.

Se teme su carácter irreductible, intransigente, valiente, patriótico y limpio. Se teme que, como ocurrió otras veces en la historia, como el Ave Fénix vuelva a resurgir, y para ello hay que evitar que levante cabeza, a costa de mentir, difamar, calumniar, o lo que necesario fuera. A menudo se dice que es bueno que se hable de uno, aunque sea mal. Pues bien, gracias señor Iglesias por hablar de nosotros, quizá no se haya dado cuenta de que nos ha hecho un favor, haciéndonos propaganda gratuita.
Fuente: http://www.ahorainformacion.es/blog/sobre-pablo-iglesias-y-la-cruz-de-borgona/
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Iglesias ha cogido la enseña de los mendogoitzales nacionalistas vascos de 1923: aspa ecotada verde en campo blanco con bordura roja. Los gudaris de la guerra civil la usaron como enseña secundaria. En teoría era el emblema del Jagi-Jagi, un pequeño partido nacionalista radical. Los nacionalistas vascos de 1923 no podían saber que la cruz de Borgoña iba a convertirse en el emblema del carlismo en 1935, de la misma manera que los carlistas de 1935 difícilemente podían saber que en 1943 la cruz de Borgoña se convertiría en el emblema de las Waffen-SS valonas (anecdóticamente también hubo alguna cruz de Borgoña aliada: 73ª Regimiento de Infantería, la batería antiaérea de los Cañoneros Sedentarios de Lille e incluso una enseña mendigoitzale que sale en alguna foto de propaganda de lo que iba a haber sido el 3er batallón de los Fusileros de Marina de la Francia Libre, todo ello en el ejército francés; más el escudo de la nave «Gravelines» de la Royal Navy).
Aquí el problema es la confusión moderna con la cruz de Borgoña. La gente se piensa que es la enseña carlista desde 1833, y a partir de ahí deduce erróneamente que la simbología nacionalista vasca tiene influencia de esa bandera carlista. La verdad es que cuando se fue creando la simbología nacionalista vasca la enseña carlista era la misma que en la guerra civil de 1872: la rojigualda. Pero que nadie se preocupe: los catedráticos seguirán publicando en sus libros que los carlistas del XIX rechazaban la rojigualda y enarbolaban en su lugar la cruz de San Andrés del Antiguo Régimen…
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Me gustaría saber por qué seguis dando vueltas a algo que pasó por vergüenzas nuestra
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Cada vez hay mas gente que cree que todo esto es una estrategia para imponer su ideología de odio y miseria:
Los pueblos, al igual que las personas, tienen autoestima.
Parte de ella está formada por los éxitos que ha tenido en el pasado y por los mitos de ese pueblo.
Cuando le quitas eso, no queda nada.
Cuando encima lo denigras (en este caso falsamente utilizando la propaganda antiespañola y anticatólica del siglo XVII), entonces provocado un doble sentimiento:
1 de culpabilidad (por haber sido tan malo)
2 de superioridad, porque reconoces la culpa, pero la rechazas, porque eres superior.
Cuando has eliminado la autoestima de un pueblo y le has convencido de su culpabilidad, está listo pata que acepte lo que sea.
solo hay un paso para redimirse e imponer un régimen «humanista», como el comunismo estalinista.
No sé que pecado hemos cometido la Humanidad para merecer esto.
El pecado original, no, que estos no creen más que en las bondades de la dictadura del proletariado, y en castigarnos con ello por nuestro bien.
(muy seguramente Gramsci habla de algo parecido, porque sí que leí yo algo suyo referente a destruir la familia y la Iglesia, al ser los pilares de la sociedad que impiden que se instauren el paraíso socialista)
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Totalmente de acuerdo con Usted.
Gracias por explicarnos y dar con ello en el trasfondo que acontece actualmente con el populismo que florece de la mentira falsedades y calumnias de nuestro pasado que el Comunismo ha impregnado.
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