«Otro síntoma de la crisis del asociacionismo catalán»

Punto y final. La asamblea general de la Confederació de Comerç de Catalunya (CCC), el máximo órgano de la que era una de las mayores patronales sectoriales catalanas, se ha reunido este lunes para aprobar la disolución de la patronal, tras constatar que no había solución a la crisis económica e institucional que vive la CCC.
La junta de la organización, presidida por Maria Rosa Eritja, ha propuesto poner fin a 31 años de representación de los comerciantes catalanes, después de que encallaran las posibles soluciones a la situación patrimonial de la patronal. La CCC presentó preconcurso de acreedores con un agujero de 2,6 millones, y sólo un milagro podía salvarla de la desaparición.
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