El entorno proetarra y la izquierda abertzale vive una ‘guerra civil’ soterrada entre el sector mayoritario y oficial y algunas corrientes minoritarias más radicales. Estos grupos disidentes denuncian que sufren ciertas represalias.

La aparición de una escisión abiertamente hostil, como es Ibil y su asociación de apoyo a los presos etarras Amnistía eta Askatasuna (núcleo rudo y radical), ha llevado a la izquierda abertzale oficial -la dirigida por el partido Sortu y los dirigentes agrupados en torno a Arnaldo Otegui- a tratar de evitar fugas a esa postura.
En entorno de Otegui criticaron a quienes se salen de la línea mayoritaria. Así intenta contestar a las críticas de haber renunciado a una de las ideas fundamentales del conglomerado proetarra.
Recientemente se produjo un incidente que evidencia esta ‘guerra civil’ dentro del movimiento proetarra. Ocurrió cuando los amigos del etarra Oier Gómez acudieron a bares de la calle Cuchillería de Vitoria -tradicional “territorio abertzale”- para colocar unos carteles de apoyo al terrorista.
Días después en algunos bares los carteles habían desaparecido. Los amigos de Oier Gómez y colectivos críticos aseguran que son “bares muy significativos” de la zona y muy vinculados a la izquierda abertzale oficial.
“Tras pedir explicaciones, la respuesta que hemos obtenido los promotores del acto es que en ese cartel Oier aparece con una camiseta de ATA, y por lo tanto sus criterios marcan que no puede ser colocado dentro del bar”, explican los organizadores de la campaña de apoyo a este etarra.
Además se les ha instado que no aparezcan por las Herriko Tabernas.
Categorías:POLÍTICA
Deja un comentario