Una mesa redonda de la Universidad Catalana de Verano, celebrada estos días en Prada de Conflent (Francia) ha defendido la idea de que en una Catalunya independiente se debería relegar el castellano en el sistema educativo, en los medios de comunicación y, bajo ningún concepto, debería ser oficial.

Tal fue la beligerancia de los ponentes y de estas posiciones que provocó que los diputados Gabriel Rufián, ERC, y Eduardo Reyes, JxSí, abandonaran la sala, según el diario digital El Nacional. Ambos son miembros de Súmate, plataforma de castellanohablantes independentistas.

El catedrático de la UB Josep Murgades fue muy crítico con la utilidad de la oficialidad de los idiomas y puso como ejemplo a Andorra.  Murgades sorprendió con esta afirmación: “Dejadme ser cínico, del franquismo también se puede aprender. Había aquel funcionario del franquismo, tan inteligente, tan cínico, tan malnacido, que decía: ‘Aquí no se prohíbe nada, aquí se autoriza'».

Gabriel Bibiloni, profesor de filología de la Universidad de las Islas Baleares, también le dio caña al castellano: «Es necesaria una desconexión de los medios de comunicación españoles, y especialmente de las televisiones […] nuestro estado -refiriéndose a una Catalunya independiente- también debería construir un sistema nacional de televisión terrestre en el que la lengua normal sea el catalán».

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