
En la diócesis de Tortosa, en la población de Palma de Ebro los anarquistas empezaron a destruir la Iglesia. Uno de ellos se ensañó con el Santo Cristo y se burlaba gritando: «Si eres Dios, dame la muerte».
A las pocas horas caía muerto por un disparo accidental de uno de sus compañeros.
(Cf. Enrique Bayerri, Historia de Tortosa, tomo IX, p. 416)
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Fue un castigo de Dios, para ese ateo, y ahora en breve, no me extrañaría, que Dios, mandase un castigo, en España, por tanto asqueroso, de las izquierdas y de los masones, que nos mal gobiernan. Un castigo, en forma de guerra, en la que pierdan sus puestazos, muchos, de los 18 gobiernos, y la vida, los asquerosos, anticristianos.
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En mi pueblo colgaban las imágenes de los santos y vírgenes venerados durante cientos de años desde lo alto , les disparaban … , ese era el respeto y la gran democracia del 36 .
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