La obsesión de Ada Colau contra todo lo que genera empleo y riqueza no tiene límites. Ahora le ha tocado a los bares del mercado de la boquería. Estos establecimientos suelen ser locales con superficie muy pequeña -la mayoría de unos 30 metros cuadrados- y tiran adelante gracias, sobretodo, a la terraza. Ada Colau ha decidido prohibir estas terrazas.

Unas terrazas que, en su día, sirvieron para acabar con la presencia de prostitutas en esa zona a todas horas del día. Ahora los comerciantes y restauradores no solo verán afectado su negocio económicamente sino también socialmente ya que temen que las prostitutas vuelven a la zona.

Infroma el saqueocatalán

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