
Durante los primeros años de la Guerra, el apoyo de España a los insurgentes fue prudente y basado principalmente en ayuda económica para poder comprar material de guerra, una ayuda que continuaría durante todo el conflicto. No fue hasta el Tratado de Aranjuez de 1779, cuando se produjo la declaración oficial de guerra por parte de Francia y España a Gran Bretaña, firmado el 12 de abril.
Una figura vital en las relaciones entre España y las Trece Colonias fue Juan de Miralles, que ejerció de diplomático de España ante el Congreso Continental. Las actuaciones de Miralles fueron esenciales para el discreto apoyo español de los primeros años de guerra y consiguieron forjar una relación amistosa entre el diplomático español y George Washington.
También fue decisiva la participación del empresario Diego de Gardoqui, que medió de forma extraoficial entre España y los nuevos Estados Unidos. Fue a través de su empresa “Gardoqui e hijos” como llegaron a las colonias gran cantidad de dinero en efectivo, además de material militar, que ayudarían a los insurgentes a vencer en Saratoga en 1777.
Otra aportación importante fue la del español Bernardo de Gálvez, gobernador de Luisiana, quien defendió toda la cuenca del Missisipi, impidiendo que llegasen los refuerzos ingleses necesarios a la Batalla de Yorktown (1781). Además consiguió la rendición de Mobila (1780) y Pensacola (1781), emplazamientos estratégicos para los ingleses.
La Habana, en ese momento perteneciente a España, fue el centro operativo de la ayuda española a los colonos. Allí se reparaban y equipaban los barcos de guerra estadounidenses y se reclutaban y adiestraban las milicias para la guerra. Además otros lugares importantes desde los que se suministraba ayuda española eran los puertos franceses, el puerto de Nueva Orleans y el río Mississippi y el puerto de Bilbao.
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Aunque soy mestizo mexicano…que viva España la madre patria..
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