Primero fueron las terrazas. Ahora, las floristerías. El equipo de Ada Colau se ha puesto las pilas para combatir a cualquiera que ocupe las aceras de Barcelona sin el correspondiente permiso. La floristería por excelencia de Barcelona, Flores Navarro, ha sido la nueva víctima de esa cruzada.

El Ayuntamiento ha abierto en procedimiento sancionador contra Flores Navarro por ocupar el espacio público más allá de lo que le permite la licencia. El responsable de la tienda, Miquel Minguell, ha reconocido en declaraciones a BTV que, pese a las sanciones, su establecimiento aún invade la vía pública en exceso.

Minguell ha justificado que muchas de sus plantas se exhiban en el exterior la tienda de la calle València, entreLlúria y Bruc, argumentando que éstas son de exterior y no sobrevivirían de puertas adentro.

Categorías:POLÍTICA