
Durante los últimos años del Govern de Artur Mas, los altos despachos de TV3 han estado ocupados por hombres afines a Convergència y a la figura del expresidente. Ahora, con el papel relevante que ERC ha asumido en la nueva ejecutiva, reclama más control en la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales y que se le asigne un mayor peso en sus órganos directivos, hecho que ha causado algunos roces dentro de Junts Pel Sí.
De hecho, ahora mismo, el partido republicano tiene el control de Catalunya Ràdio y de la Secretaría de Comunicación de la Generalitat. La radio pública -con menos oyentes que RAC1- fue un guiño del presidente catalán, Carles Puigdemont a ERC hace aproximadamente un mes cuando nombró como director a su amigo personal y antiguo socio empresarial Saül Gordillo, que fue propuesto por el propio Oriol Junqueras.
Además, el Govern también cedió a los republicanos el control de la Secretaría de Comunicación que, desde finales de enero, la ocupa Miquel Martín Gamisans, periodista que trabajó durante cuatro años como asesor de prensa de Joan Puigcercós en el Congreso y habitual defensor de la postura independentista en las tertulias.
A pesar de ya tener bajo control estos dos cargos, ERC quiere más. Los consideran como meros premios de consolación si se comparan, por ejemplo, con el director de TV3, la televisión más vista en Catalunya y que tiene una retribución mayor que la del propio presidente.
Desde abril de 2012, el cargo lo ostenta Eugeni Sallent, propuesto por CiU y con un estilo muy criticado por no salirse ni lo más mínimo del camino marcado por Artur Mas. Dentro del medio se especula que saldrá de TV3 en las próximas semanas y, por tanto, ERC está reclamando a CDC la cesión de algunos asientos dentro de la nueva directiva.
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