La empresa tecnológica Indra tiene previsto despedir de forma fulminante a Josep Pujol Ferrusola como asesor, después de que el hijo del ex presidente de la Generalitat haya prestado declaración este viernes durante más de cuatro horas en la Audiencia Nacional, imputado por un presunto delito de blanqueo de capitales.
Una de las trasmas que investiga precisamente el juez José de la Mata es la operación mediante la cual Indra compró en 2001 a Josep Pujol (y otros cinco socios) su consultora Europraxis por 44,4 millones de euros.
Los expertos de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) de la Policía Nacional consideran que el grupo tecnológico pagó al hijo del ex president un precio muy superior al valor real de la consultora, que carecía prácticamente de activos y de plantilla.
Poco después, Indra comenzó a recibir contratos públicos millonarios en Cataluña, un mercado en el que hasta entonces apenas había logrado introducirse. En consecuencia, la Policía sospecha que la compra de Indra fue el realidad un pago encubierto de comisiones ilegales a Pujol Ferrusola, a cambio de obtener adjudicaciones de la Generalitat, en aquel momento presidida por su padre, Jordi Pujol Soley.
Tras aquella operación, tanto Josep Pujol como sus cinco socios de Europraxis se incorporaron al grupo Indra como consultores. Hace poco más de un año, en septiembre de 2014, la empresa decidió destinar al hijo del expresident a su oficina de Miami, lo que le permitió abandonar España mientras la Justicia empezaba a estrechar el cerco a las tramas de corrupción protagonizadas por su familia.
Durante su estancia en Florida, Josep Pujol ha cobrado un sueldo que ronda los 400.000 euros al año, a pesar de que su labor como asesor ha sido prácticamente insignificante, según explicaron fuentes próximas a la compañía.
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