Desde hace algún tiempo, y como resultado de la elevación del nivel de alerta antiterrorista definido por el Ministerio del Interior español que es el tipo 4 alto, en una escala de cinco que finaliza con el muy alto, pueden verse en distintos puntos de la geografía española furgones policiales situados en puntos de especial interés o relacionados con las estructuras de comunicaciones, transportes o gubernamentales. Junto a ellos, agentes armados con fusiles de asalto, en muchos casos policías que llevan con ellos los germanos Heckler & Koch (HK) G36 compactos del calibre 5,56×45 milímetros.
Desde hace algún tiempo, y como resultado de la elevación del nivel de alerta antiterrorista definido por el Ministerio del Interior español que es el tipo 4 alto
La situación actual que se vive en España no es ajena a otros puntos europeos ni del mundo occidental. En Estados Unidos, ya hace muchos años, y como resultado de incidentes tan mediáticos como el de Columbine, se ha ido proporcionando a los estamentos policiales armas de asalto, en muchos casos del tipo M16/M4 del 5,56×45, aunque buena parte de las mismas disponen sólo del modo de fuego semiautomático, es decir tiro a tiro. Se las llama Carbine, o lo que podríamos traducir como carabinas para intentar alejar su designación de la clásica militar de fusil de asalto.
En Europa, y sobre todo tras los incidentes parisinos relacionados con el ataque a los integrantes del periódico satírico Charlie Hebdo en los que se usaron armas de asalto del tipo AK47 con capacidad de disparar a ráfagas sus potentes municiones del 7,62x39mm que gozan de gran poder incapacitante, se ha propiciado la difusión de diseños del 5,56 suizos, germanos, …, que brindan a los agentes mucha más capacidad para afrontar situaciones complejas que los clásicos subfusiles del 9x19mm Parabellum y las escopetas del calibre 12.
los Mossos d’Esquadra han iniciado los estudios para propiciar la compra de una nueva arma de asalto para el Área de la Brigada Mòbil
Siguiendo esa misma filosofía, y dado que desde principios de 2015 se están asumiendo nuevos servicios de vigilancia y protección antiterrorista en lugares de gran concentración de público por parte de la Policía Autonómica de Cataluña -los Mossos d’Esquadra- y en puntos de especial interés -las playas, Sagrada Familia, Estación de Sants, Plaza Cataluña, zona del Born,…, por citar algunos lugares de Barcelona-, se han iniciado los estudios para propiciar la compra de una nueva arma de asalto para el Área de la Brigada Mòbil (BRIMO) de los Mossos. Son en buena medida sus agentes de élite, especializados en temas de control de masas y de cometidos de vigilancia y seguridad, quienes asumen esos despliegues y lo hacen equipados con sus actuales subfusiles HK UMP del 9x19mm y escopetas, aunque también disponen de los HK MP5 más antiguos en sus armeros.
En todo caso, y atendiendo a que la amenaza previsible de “lobos solitarios” o de núcleos terroristas más organizados incluya la posibilidad de enfrentarse a sujetos armados con AK’s, lo que se busca podría contemplar armas largas del 5,56x45mm o del 7,62x51mm, o incluso -en una decisión que parece hoy del todo lógica- proveerse con ambas capacidades. La previsión económica no está aún definida, pero el coste unitario de cada una de esas armas, con sus visores de puntería y demás complementos, no sería inferior a los dos o tres mil euros el ejemplar. (Segundo Calpena)
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Mas dinero para inteligencia y menos para armas. La prevención es el arma más poderosa…
¿Sería mucho pedir la total colaboración entre las fuerzas del estado, a las que pertenecen los mossos, contra el enemmigo común?
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