«Las Noyas», la cuadrilla de señoritas toreras catalanas


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Con la plaza barcelonesa de «El Toril» llena hasta arriba, en marzo de 1895 se presentaron en público «Las Noyas», un grupo de jóvenes toreras catalanas promovido por el entonces empresario y fundador de la revista «El Toreo» Mario Armengol. Ese mismo mes se presentaron en Madrid. De su éxito de público da cuenta que en la primera temporada en activo sumaron 45 actuaciones, en la mayoría de las cuales consiguieron agotar la mayor parte de los boletos que se ponían a la venta.

Este grupo de jóvenes muchachas, a quienes también se conocía como Las Noyas, se presentó en el coso catalán el 3 de marzo de 1895 con los tendidos totalmente abarrotados de espectadores y el redondel excepcionalmente acondicionado con burladeros.

La cuadrilla de jóvenes catalanas estaba formada por Lolita Pretel –vestida de verde y oro, de dieciséis abriles, y barcelonesa de nacimiento–, Providencia Jornaler “La Noya” –de grana y oro, de diecisiete primaveras, originaria de Vinaroz; quien se retiró tras el finalizar la quinta función–, y la sobresaliente de espada, Angelita Pagés –vestida de tabaco y oro, barcelonesa y de diecisiete abriles de edad–.

La cuadrilla de subalternas la completaban Julia Carrasco (de diecisiete inviernos y natural de Játiva), las hermanas Rosa, Encarnación y Justa Simó (vecinas de La Barceloneta que habían abandonado el oficio de zurcidoras), María Pagés, Josefa Mambea Jana (nacida justo en la frontera entre Francia y Gerona) e Isabel Yerno.

El mismo mes de marzo se presentaron en Madrid. En la primera temporada en activo, las dos matadoras sumaron 45 actuaciones, en la mayoría de las cuales consiguieron agotar la mayor parte de los boletos que se ponían a la venta.

En la temporada de 1902 las carreras de las hermanas Pagés se bifurcaron en dos cuadrillas distintas: la primera liderada por Lolita Pretel y Emilia Herrera Herrerita, y la segunda por Angelita Pagés.

Con posterioridad, Lolita se reconvirtió en rejoneadora, profesión que practicó hasta el curso de 1906, cuando a consecuencia de ciertas campañas antitaurinas el gobierno prohibió torear a las mujeres. Por su parte, su contrincante, Angelita Pagés, se casó con el novillero Eduardo Serrano Gordet, que había formado parte de su cuadrilla. Residente en Barcelona, tras cortarse la coleta, nunca más concedió una entrevista a la prensa.



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