El hermano de Franco, Ramón, también en torno a la aviación, en 1930, escribió otra página clave de su vida. Sublevado contra la corona, ostentada por Alfonso XIII, tomó un avión en el aeródromo militar de Cuatro Vientos en Madrid y amenazó con bombardear el Palacio Real, aunque finalmente lo único que hizo fue arrojar propaganda. En aquel mismo vuelo se exilió a Portugal.

Al llegar la Segunda República todo el incidente fue olvidado y ocupó entonces varios cargos de responsabilidad para acabar dedicándose temporalmente a la política y siendo en junio de 1931 elegido diputado en Cortes como representante de Esquerra Republicana de Cataluña.

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