El ansia de protagonismo y la megalomanía de nuestro pequeño mesías doméstico, el señor Mas, no tienen límite. Resulta que anda «su Majestad» de gira por los EEUU, a lo rock star, intentando vender las bondades del «prusés» y no se le ocurre otra cosa que imitar a Obama con su célebre «yes, we can» y equiparar la milonga separatista que nos quiere colar con la independencia de EEUU.

Artur ObaMas, nuestro pequeño mesías doméstico.

Como no podía ser de otra manera se ha dedicado a cantar las bondades de Cataluña y a presentar a España (al resto de España) como un ente arcaico y atrasado, además de hacer la pelota al gobierno yankee en su conferencia y menear la colita como un perrillo esperando una galleta de su amo. Para no perder la costumbre ha hecho referencia a 1714, definiendo el hecho histórico como un «periodo oscuro de la historia de Cataluña», y ha dicho que España tiene «vestigios predemocráticos ». Hay que ver, señor ObaMas, es que lo suyo es de traca, eh. Deje ya el cuento del 11-S, hombre, que no hace más que el ridículo. La historia es la que es y la verdad existe. Lo que se fabrica, don Artur, es la mentira. Eso es lo que ustedes hacen. Con cierto éxito entre el público poco exigente, todo hay que decirlo, víctima de la ignorancia, del fanatismo o de las dos cosas. Por suerte, la realidad es tozuda y se empeña en llevarle la contraria a usted, a sus pseudo historiadores y a TV3.

Respecto a los «vestigios predemocráticos», debemos suponer que una democracia avanzada como la de la idílica Cataluña que nos quiere vender consiste en:

• Publicar un editorial conjunto los principales periódicos catalanes en defensa del Estatut.
• Convertir la TV pública en un órgano de propaganda sectaria.
• Intentar desacreditar y estigmatizar a los que no son nacionalistas.
• Multar a los negocios que rotulan en castellano.
• Cobrar el 3%.
• Echar la culpa de todo a otros, especialmente a esos ogros opresores ficticios suyos, Madrit y Espanya
• Inventarse la historia, distorsionar la realidad y mentir como bellacos.
• Comprar a los medios de comunicación mediante subvenciones públicas.
• Gastarse el dinero de todos los catalanes en un plan secesionista absolutamente ilegítimo.
• Provocar con sus delirios la fractura social en Cataluña.

Podríamos seguir, por supuesto, pero para muestra valen unos botones. En fin, en esto se gastan nuestro dinero mientras la Generalitat debe a las farmacias 340 millones de euros. Un buen pico, ¿no creen? Ahí es nada. En esto y otras cosas absurdas, como el libro ‘Aportacions catalanes universals’, obra de Jaume Sobrequés (ya saben, aquel intoxicador del simposio ‘España contra Cataluña’) y el ya difunto Joan Triadú, «rigurosísima» obra que presenta como grandes aportaciones catalanas al mundo la construcción de la Plaza Mayor de Salamanca (obra en realidad de Alberto Churriguera, de Madrid), un imaginario «Imperio Catalán» o un Kamasutra escrito en catalán, entre otras perlas. En fin, sin comentarios. ¿Saben qué ha dicho el señor ObaMas sobre el libro en cuestión? Esperamos que estén sentados:

«Es un libro que nos obliga a hablar bien de nosotros, algo a lo que en Cataluña estamos poco acostumbrados. Normalmente, nos hacemos más pequeños de lo que somos. De hecho, si repasamos un poco la historia, de todos los reinos en los que mandamos, en el único en el que no nos llamábamos reyes era en Cataluña, a diferencia de Aragón, Valencia, Mallorca, Sicilia, Jerusalén… Es una prueba evidente de hasta qué punto nuestra modestia es infinita».

Pues sí, sí, salta a la vista lo de la modestia infinita. Desternillante. Parece una noticia de El Mundo Today, pero lamentablemente no lo es.

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