Leceístas contra Cruzados: revolución o tradición


liceistas

 

El Teatro Principal de la Rambla es el más antiguo de Barcelona. La historia de este teatro se remonta hasta el 1597 cuando tuvieron lugar las primeras representaciones en la llamada Casa de Comedias, una sala cubierta que se ubicaba en un solar ante el portal de la calle Escudellers dejado en herencia al Hospital de la Santa Creu.

Entonces la Rambla no era el eje vertebrador que es hoy en día y era poco más que una riera que hacía las funciones de foso de la muralla vieja. Este teatro tuvo el monopolio hasta 1833 y acabó con la llegada de aires liberales y la construcción de nuevos teatros que le harían competencia, como el Gran Teatro del Liceu. Coincidiendo con la inauguración del Liceu, en 1847, el teatro de la Santa Creu encargó reformar su fachada con un proyecto de Francesc Daniel i Molina y en 1849 cambió su nombre por el actual Principal. De esta manera, se iniciaba una etapa de máxima competencia entre el Liceu y el Principal con defensores y detractores de ambas instituciones. Los ‘liceístas’, partidarios del Liceu, se opondrían con fervor a los ‘cruzados’, en recuerdo al viejo teatro de la Santa Creu.

En el trasfondo de estas rencillas, se escondía un profundo sentido político. Los Liceístas eran los «progres» o «modernos» de la época. Representaban a la burguesía emergente y revolucionaria. Los Cruzados, representaban a los sectores nobles y más tradicionales de la ciudad, en los que concurrían tanto los más monárquicos como el sector popular, frente a los revolucionarios y masones.

La polémica liceístas y cruzados, sería casis casi como ser del Barça o del Español. Las pasiones que despertaban dieron lugar a una sátira de Serafín Pitarra denominada precisamente así: «Leceístas y Cruzados».

 



Categorías:CULTURA

Deja un comentario

DESPERTA

Red sociocultural