Rafael del Barco Carreras (Blog «La gran Corrupción»
La anunciada y esperada hoja de ruta tras el 9N. Un auditorio lleno de interesados invitados, y un discurso para iniciados entre mitin y lectura. Tras hora y media de agravios contra el Estado Español, que pretende enviarle a prisión, a él y sus colaboradores matiza, y alusiones a la Historia de Catalunya, 1714 y la Mancomunidad de hace 100 años, con varias ovaciones de los posibles 3.000 entregados oyentes, cuando los curiosos que le seguíamos en directo ya estábamos muy nerviosos y a punto de cambiar de canal, la montaña parió un conejo.
Un raquítico conejo, con muy poca vida, que a mi entender no hizo gracia alguna a Oriol Junqueras. Supongo que habría alguno más que no aplaudiría, pero TV3 no les enfocaba, de hecho tampoco se detuvo ante Junqueras, pero lo suficiente para que muchos malpensados lo apercibiéramos.
Anticipará las elecciones autonómicas siempre y cuando se pacte una candidatura única, o varias con programa único, por parte de los partidos soberanistas, capaz de alcanzar una mayoría absoluta, que tras año y medio de una especie de proceso constituyente, convoque las elecciones definitivas, o referéndum independentista, y tras él la independencia.
El oráculo de Delfos no lo hubiera hecho mejor. Habrá elecciones, si, o no, o todo lo contrario. Pero sería para calmar a Junqueras que casi cerrado el acto, añadió que él podría ser el primero o el último de la lista. Y matiz importante, se buscará dice la adecuada financiación. Últimas frases:
«No estamos en condiciones normales y hemos de tomar decisiones excepcionales»
«Querría destinar una parte del año que viene a explicar que clase de país queremos construir».
«Tres preguntas: ¿tenemos las capacidades para edificar un país bueno de verdad? ¿Las herramientas? ¿Las ideas?
«Cataluña puede aspirar a ser un país con una buena economía y con una estado del bienestar que garantice la justicia social»
«Cataluña no tiene, pero, los instrumentos para alcanzar una buena economía y un estado del bienestar»
Dos años por delante. Toda la legislatura dedicada a la independencia. Sin olvidar los “ataques a Cataluña”. Alusión rápida y genérica a la Corrupción, e incluso a su “herencia”, y a la amistad con Pujol. Por supuesto dejando claro que todos los males provienen de Madrid, sin mencionar la quiebra por expolio de las caixas, ni menos la de la propia Generalitat.
Otro discurso “histórico” según su subvencionada prensa. Y dos años para pactar con Madrid los varios frentes judiciales. El caso Pujol puede arrastrarle, y aun se mantienen en la penumbra las decenas de anunciadas denuncias por irregularidades crediticias en Cataluña Caixa, algunas contra constructores “amigos”… y todas sociovergentes.
Tras cada susto judicial, un pacto, y cada mes a parar la mano para el pago de nóminas y subvenciones de y para los vividores del independentismo, o para las nuevas contrataciones completando las «estructuras de estado» a las que alude… ¡y Madrid pagará!… y la fiscalía o jueces no detendrán por sorpresa a ningún Pujol… ni menos a él…
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La solución ante quien desafía, nunca debe de ser achantarse y premiar los desafíos con más concesiones, sino ponerle frente a su responsabilidad. Y eso se hace diciendo de una vez ¡basta!, abriendo la puerta de la calle para señalar el camino y, según manda la Constitución, votando todos los españoles.
El Art. 92 viene como anillo al dedo. “Las decisiones políticas de especial trascendencia podrán ser sometidas a referéndum consultivo de todos los ciudadanos”. La pregunta sería clara, simple y en positivo para defender el SI, por ejemplo: ¿Quiere que Cataluña siga siendo parte de España?
Previamente y para que todos vean la realidad que hay en la calle al otro lado de la puerta, habría que elaborar y aprobar en Congreso y Senado el equivalente a la “Clarity Act” canadiense, en la que se incluyera de manera precisa el proceso de cesión de soberanía. Esto es, los criterios y el método de reparto de activos y pasivos, de manera que quedaran claros desde un principio los costes y consecuencias de la secesión para ambas partes, y obligara a su información y debate. Algo que no se ha hecho en España, y que evitaría la banalización que se hace de su unidad desde el populismo emergente de izquierdas. Algo que se niegan a hacer los medios de propaganda afines a la Generalidad para evitar rechazos contra la independencia.
Por eso es necesario que esa multitud de catalanes que se manifiestan con aire festivo convencidos de que desafiar la Constitución tiene premio, o la mayoría silenciosa que expectante o recelosa permanece en casa desconcertada ante el falaz y repetitivo mensaje oficial de que con la independencia las pensiones subirán y los niños comerán helado todos los días, puedan ejercer cuanto antes su condición de ciudadanos informados. Y sabiendo adonde les llevan, afronten votando su responsabilidad.
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Totalment d’acord amb Antonio .
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Creo que Rajoy debería Convocar Referéndum a nivel Nacional, y luego a la primera salida de banco de los Mas de turno, Suspender la Autonomía.
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