El Alarde de San Marcial, cuando el nacionalismo no dominaba Guipúzcoa


El Alarde de San Marcial, en Irún, fue siempre una fiesta patriótica española. Luego llegó el nacionalismo y retiró las banderas de España que antes lucían y el himno de España que se entonaba junto al Himno de San Marcial. Incluso los nacionalistas intentaron suprimir este último porque les parecía demasiado español. Luego vino el feminismo y quiso obligar a que las mujeres también desfilaran en vez de realizar el papel de «cantineras». Hoy -como España y Vascongadas, el alarde está dividido. La fiesta se divide en dos desfiles: el tradicional, en el que participan 8.000 hombres y 19 mujeres (cantineras), y el mixto, que cuenta con 1.000 participantes y en el que mujeres y hombres ocupan el papel que quieren. En este documento visual se refleja el carácter patriótico del Alarde a mediados del siglo XX.

Irún ha sido, sin lugar a dudas, uno de los pueblos de Guipúzcoa que más ha sufrido los avatares de las guerras fronterizas. Como punto de vanguardia de España, le ha correspondido generalmente las funciones de vigilar y obstaculizar el avance de los ejércitos invasores; su brillante actuación en este
sentido a través de los tiempos, le ha valido la honrosa inscripción que así figura en su escudo de armas: «Vigilantiae Custas», Guarda de la Vigilancia.

Una de estas brillantes actuaciones tuvo lugar en 1522, cuando los irundarras vencieron a las tropas francesas de Francisco I en la primera batalla de San Marcial. El rey francés, aprovechando que el Emperador Carlos I de España se hallaba ocupado en sofocar la sublevación de los comuneros de Castilla, mandó entrar a sus ejércitos en Navarra, con objeto de apoyar la independencia de este antiguo reino y reponer en el trono a un rey de la dinastia de los Foix-Albret.

Las tropas de Francisco I, formadas por soldados franceses, lansquenetes
alemanes y agramonteses, se dividieron en dos ejércitos; el primero se dirigió hacia el valle del Ebro y el segundo, atravesando el Bidasoa, ocupó los castillos de Fuenterrabía y Behobia. Este último fue reconquistado por los vascos el 22 de junio de 1522. Los franceses, que consideran vital la posesión del castillo de Behobia, también llamado de Gazteluzán, se lanzan al ataque, siendo rechazados y vencidos por las Milicias Forales de Guipúzcoa en el monte de San Marcial el 30 de junio del citado año.

La decidida e inteligente dirección de los capitanes, Juan Pérez de Azcue y Miguel de Amhulad , jefes de las milicias de Irún, Fuenterrabía, Oyarzun y Rentería, y la intervención del canónigo Pedro de Irizar, que supo engañar a los franceses y distraer su atención en sentido distinto al punto desde el cual esperaban el ataque de los españoles, fueron factores decisivos para la victoria de las Milicias Forales de Guipúzcoa.
Como sabemos, la segunda batalla de San Marcial, la más conocida, tuvo lugar el 31 de agosto de 1813, en los mismos parajes que la anterior, durante la Guerra de la Independencia de 1808-1814.

En acción de gracias por la victoria de las armas españolas en 1522, los cabildos eclesiástico y civil de Irún acordaron levantar una ermita en la Peña de Aldabe. Asimismo hicieron voto de ir procesionalmente todos los años el día de San Marcial, desde Irún hasta la ermita. El cumplimiento del voto dio origen al Alarde de San Marcial.



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2 respuestas

  1. Un alarde, palabra árabe (al-ard), es una revista de armas.

    En concreto era una reunión anual en la que los hombres en edad militar de una población debían enseñar sus armas para demostrar que las tenían, que las conservaban en buen estado y que estaban dispuestos para el combate.

    Seguramente tiene su origen en la repoblación de la frontera durante la reconquista, porque era muy peligrosa y por la obligación de todos los vecinos de participar en la defensa. No existe o existía sólo en Irún.

    Es natural que el vencer al ejército francés, cosa excepcional para una milicia provincial, haya sido motivo de orgullo en Irún, se recuerde anualmente y se agradezca al santo su intercesión.

    El pacto de Guipúzcoa con Castilla era que Guipúzcoa se comprometía a defender la frontera norte a cambio de no ser obligada a luchar fuera de la provincia.

    Vista la historia, yo creo que deben de participar en el alarde únicamente los que estén dispuestos a luchar y a morir por la patria en la provincia.

    Hoy parece que las mujeres se apuntan a luchar y a morir por España; pues muy bien, que participen las que se comprometan a ello.

    Esto es también una fiesta religiosa católica, por lo que tiene que continuar así (mientras que la mayoría sea de religión católica o la cultura sea católica, el catolicismo cierra y protege esa gente, esa tierra y esa cultura; no cabe «multiculturalidad» ni «tolerancia» ni «laicismo» que valga)

    El alarde tiene también una kermesse: ahí pueden participar todos, todas y todes, incluidos los franceses.

    Lo que no es el Alarde es una fiesta de disfraces, ni un circo ni una manifestación política, aunque sea para conmemorar el Stonewall Inn riots.

    En algún pueblo de España los hombres, durante el alarde, danzan un baile de hombres especial.

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  2. Muchísimas gracias.

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