Iván Guerrero Vasallo es escritor y colaborador de El Correo de España y de  varios periódicos digitales de su tierra, Cantabria. En esta entrevista analiza la actualidad política, especialmente el ferviente entusiasmo por Isabel Díaz Ayuso, que no comparte en absoluto y expone sus razones.

¿A qué cree que se debe esta creciente admiración hacia Isabel Díaz Ayuso por parte de muchos patriotas?

No se si despierta admiración entre muchos patriotas Ayuso pero si eso ocurre serían para mi esas personas más patriotas »de salón» que otra cosa. Los patriotas no deben apoyar a un miembro de un partido del sistema liberal cuando para empezar es el sistema mismo el que se debe rechazar de plano al haber arruinado este a España. Si me percato de que muchos españoles al ver la situación de restricciones y con ello de una manifiesta vulneración de nuestros derechos y libertades, utilizando como excusa una pandemia, todo político que salga a la palestra y critique o frene algo la actuación y las medidas del gobierno de Pedro Sánchez lo va a ver el pueblo como alguien a aplaudir. Es normal después de todas las medidas abusivas que nos están cayendo, encima sin podernos casi defender pues no vivimos en un sistema verdaderamente descentralizado y nuestra representación y opinión política está secuestrada por una partitocracia que para nada está al servicio del pueblo ya que sólo acatan órdenes de las oligarquías, pero hay que tener la mente más fría porque ponerse a estas alturas de la película del lado de un miembro del PP es como »andar de Herodes a Pilatos». El PP, como por supuesto la mayoría de partidos del régimen, han aceptado apenas sin rechistar las actuales medidas desproporcionadas del gobierno actual. Por otro lado, he dicho otras veces que Sánchez no va a destruir España pues sólo viene a rematar la obra de demolición iniciada hace más de cuarenta años. Y las medidas anti covid son la estocada final a la patria.

 No debemos olvidar que representa los principios liberales del PP…

Cierto. La señora Ayuso dijo recientemente eso de «socialismo o libertad» o «comunismo o libertad», es decir, liberalismo o social-comunismo cuando para empezar el liberalismo es el padre del socialismo y este a su vez del comunismo. No saben ni lo que dicen pero ese es el nivel cultural de la mayoría de los políticos que tenemos y de muchos de entre el pueblo pues no debemos olvidar nunca que por eso están ahí esos políticos parásitos porque hay gente que desgraciadamente los vota y al final acabamos pagando todos sus despropósitos. Si esta mujer fuera la más destacada actualmente en el panorama político nacional estaríamos definitivamente perdidos. El PP es uno de los nefastos partidos turnantes o tunantes que nos han gobernado durante años y ya vemos como han dejado España con sus »socios» del PSOE, arrasada y sin rumbo, una simple colonia explotada por potencias extranjeras.

Y Ayuso está a favor del aborto, ideología LGTB, agenda 2030 etc.

Sin duda, sólo hay que recurrir a la hemeroteca para confirmarlo. Sobre el aborto ha dicho cosas como estas: «Yo no pienso perseguir a nadie por abortar», «no es un derecho ni tampoco un delito…». Sobre el movimiento LGTB y sus fiestas dijo: »Que se celebren como siempre y donde siempre» y declara «polémicas estériles» a criticarlo. También dijo, «pido respeto para ellos y, desde luego, el Orgullo Gay con el PP ha tenido sus mayores cuotas de participación». Sin comentarios. Y sobre la agenda del 2030, Ayuso ha dicho que Madrid es un «socio leal» de las Naciones Unidas, de traca, porque son las Naciones Unidas las que promueven la agenda luciferina del 2030. También es una persona que tiene como modelo a Núñez Feijóo, ese que propone el establecimiento de sanciones económicas de hasta 60.000 euros a las personas que se nieguen a ponerse la vacuna, con eso de »quiero gobernar como Feijóo, con mayoría absoluta». ¡Olé!.

El problema es que pareciera que hay que elegir siempre entre comunismo o liberalismo, pues no hay realmente otra opción…

Sí, eso es lo que quiere meternos en la cabeza la plutocracia luciferina. Eso es lo que quieren que veamos que sólo hay dos opciones o liberalismo o social-comunismo cuando eso no es verdad hay otros caminos que han demostrado su viabilidad en el pasado. Ya dije que el socialismo es hijo del liberalismo y el marxismo es hijo a su vez del socialismo, todo creado e impulsado por la masonería, liberalismo, socialismo y marxismo. Esto lo hacen para que no salgamos nunca de ese círculo vicioso y así seguir ganando siempre los mismos. El liberalismo, de raíz protestante, es absurdo pues nos aleja de la maravillosa guía de Dios para pretender estúpidamente ocupar su lugar el hombre sirviéndose así mismo de guía y eso nos lleva inevitablemente hacia el caos del que se aprovechan de paso tanto el socialismo como el comunismo para al final entre todos convertir al hombre en una especie de bestia domesticada formando parte de una sociedad amorfa, »orwelliana», cuyo único fin sería producir y consumir para ser esclavizados más fácilmente por la plutocracia luciferina. No, ni liberalismo ni comunismo. España lo que necesita es un sistema tradicional, ese que nos llevó a dominar y extender la fe verdadera por todo el mundo. También es verdad que al ritmo que vamos tendremos que pasar previamente por un régimen de tipo autoritario que ante todo ponga orden y cordura antes de llegar a ese tipo de sistema soñado. Este país siempre fue rabiosamente antiliberal por eso entre otros enemigos combatió a Napoleón, no sólo por invadir su ejército el país como quieren que veamos ciertos meapilas liberales sino porque se luchaba contra las ideas que venían de más allá de los Pirineos. Sin olvidarnos que también fue siempre rabiosamente anticomunista ahí está el ejemplo de la contundente victoria contra la hidra comunista durante la Cruzada Nacional.

Vox también sigue teniendo un fuerte componente liberal…

 Sin duda. Vox es un partido liberal de tipo conservador y como es normal defiende esta constitución atea, la monarquía parlamentaria, la partitocracia, las taifas autonómicas que, por cierto, antes querían abolir para traer un Estado centralista muy al gusto liberal y ahora ya no las critican tanto seguramente por tener representación tanto autonómica como nacional. También defienden por supuesto el Estado laico con su libertad religiosa y su separación entre Iglesia y Estado, el sistema capitalista, en fin, todo lo que para mi debería ser borrado para poder regenerar a la patria. Vox, siempre lo he dicho también, sólo viene a apuntalar, a parchear el régimen del 78, nada más y eso es intolerable. En fin, un partido que critica la retirada de cruces pero sin embargo defiende la separación entre Iglesia y Estado para mi no tiene ninguna credibilidad.

Y la otra opción conservadora, Ciudadanos, hoy en descomposición defiende, como dijo Albert Rivera en su momento, los principios de la Revolución Francesa…

Sí, pero conservadores y modernos son para mí en general todos los partidos del sistema porque, como decía Balmes, en política uno que se tacha de conservador se dedica a conservar las ideas de la nefasta revolución francesa y todos los partidos del sistema defienden en menor o mayor medida el régimen liberal luego todos en el fondo defienden las ideas de la revolución. Ciudadanos, sólo hay que ver su logotipo para darse cuenta de que la secta está detrás como en general está detrás de todos los partidos del régimen y del propio régimen. Ya lo comenté en su día, es un nuevo PSOE. Además no estoy seguro del todo de que como dicen algunos vaya a desaparecer tan pronto. Para mantener el »circo» del sistema liberal se necesitan partidos con dos principales como puntales del régimen, uno a la llamada »izquierda» y otro a la llamada »derecha», el PP está dando bocanadas, el PSOE es un desastre y más últimamente, ¿a quien ponemos en un futuro?, Ciudadanos a la izquierda y Vox a la derecha para seguir con el cuento otros tantos años. Y el señor Rivera al ser masón es obvio que tienda a defender los principios e ideas de esa revolución »antropológica» pues fue inspirada y dirigida por la masonería.

La opción más coherente, hoy por hoy…¿sería no votar?

Pienso que es la mejor opción pero no sólo ahora sino desde hace bastantes años. Las elecciones no cambiarán nada pues están hechas para ganar los de siempre o parecidos a ellos. Yo la verdad es que no voto desde hace años. Voté en las anteriores europeas porque se presentó ADÑ sino ni me hubiese molestado tampoco por ir a votar. Si se presentara a nivel nacional algún movimiento político como ADÑ o uno carlista los votaba seguro pero ¿votar a partidos del sistema?, va a ser que no, pues sería de necios cuando lo que quiero es que se acabe este régimen corrupto para como dije luego traer un nuevo modelo de Estado a España y así poder regenerarla como Dios manda algún día. Porque nada va a cambiar si votamos a los partidos »guardianes» del Sistema, votarlos supone seguir apostando por este régimen demoliberal, ateo, partitocrático y taifero para seguir siendo España el hazmerreír del mundo.

Los principios católicos sólo pueden defenderse en la metapolítica, a través de asociaciones y círculos culturales…

Es una verdadera pena, la descristianización e incluso apostasía es ya vergonzosa por culpa de estos absurdos regímenes liberales »masónicos» perseguidores de todo lo que huele a católico. Si, parece que ya sólo nos quedan las asociaciones, los círculos culturales o la parroquia para defender sus sanos y santos principios pero yo creo que tampoco debemos olvidarnos nunca de la acción política adhiriéndose y apoyando a movimientos políticos católicos que los hay también en España aunque el sistema pretenda ocultarlos de la gente como lo son por ejemplo el falangismo o sobre todo el carlismo para revertir algún día la situación y que España vuelva por la senda católica y sea como fue en su etapa imperial, esa que describió magníficamente mi ilustre paisano Don Marcelino Menéndez Pelayo: »España, evangelizadora de la mitad del orbe; España martillo de herejes, luz de Trento, espada de Roma, cuna de San Ignacio». Esa es la verdadera España la que sueño y que quisiera ver de nuevo materializada antes de morirme no la actual.

Javier Navascués

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