La huella hispana sigue presente en los símbolos y tradiciones de los Países Bajos. Y es que desde que los Reyes Católicos decidieron casar a su hija Juana (la Loca) con el Duque de Borgoña Felipe (el Hermoso), los destinos de los actuales países de España y Países Bajos se entrelazaron inevitablemente.

Pero fue durante el reinado de Felipe II (bisnieto de los Reyes Isabel y Fernando) cuando el Príncipe Guillermo de Orange (el Taciturno) empezó a conspirar contra el poder del monarca español. Todo ello, valiéndose del poder que fue acumulando a lo largo se su vida y de la confianza que tanto Felipe como su padre, el Rey Emperador Carlos I de España (V de Alemania) depositaron en él.

Considerado como el himno más antiguo del mundo, aunque consta de 15 estofas, solo la 1ª y la 6ª son interpretadas actualmente en neerlandés durante actos oficiales y eventos deportivo en representación de su nación. Sin embargo, la 10ª merece especial atención

Su letra es una prueba más de cómo algunos países llevan grabado el antiespañolismo en su razón de ser y en los mitos fundacionales de sus naciones. Por suerte, en la final de uno de los eventos deportivos más importantes de los últimos años, de poco les sirvió entonar sus estrofas ante miles de españoles.

𝟏ª 𝐄𝐒𝐓𝐑𝐎𝐅𝐀 (𝐜𝐚𝐧𝐭𝐚𝐝𝐚)

Yo soy Guillermo de Nassau

de sangre neerlandesa,

me mantendré leal a mi patria

hasta el día en el que muera.

Yo soy un Príncipe de Orange

libre e impávido,

𝐚𝐥 𝐑𝐞𝐲 𝐝𝐞 𝐄𝐬𝐩𝐚ñ𝐚

𝐬𝐢𝐞𝐦𝐩𝐫𝐞 𝐡𝐞 𝐡𝐨𝐧𝐫𝐚𝐝𝐨.

𝟔ª 𝐄𝐒𝐓𝐑𝐎𝐅𝐀 (𝐜𝐚𝐧𝐭𝐚𝐝𝐚)

Tú eres, Dios mi Señor,

mi escudo y confianza

deseo construir ante ti

nunca me dejes otra vez:

para que pueda mantenerme piadoso

y ser tu sirviente por siempre,

y alejar 𝐥𝐚 𝐭𝐢𝐫𝐚𝐧í𝐚

que hiere mi corazón.

𝟏𝟎ª 𝐄𝐒𝐓𝐑𝐎𝐅𝐀 (𝐧𝐨 𝐜𝐚𝐧𝐭𝐚𝐝𝐚)

Nada me hiere más

incluso en mi prisa

que veamos las tierras del rey

completamente empobrecidas.

𝐂𝐮𝐚𝐧𝐝𝐨 𝐩𝐢𝐞𝐧𝐬𝐨 𝐞𝐧 𝐥𝐨𝐬 𝐞𝐬𝐩𝐚ñ𝐨𝐥𝐞𝐬

𝐝𝐞𝐬𝐠𝐚𝐫𝐫á𝐧𝐝𝐨𝐭𝐞, oh nobles Países Bajos dulces,

mi muy noble corazón

sangra fuertemente.