Uno de los muchos capítulos de la historia de Cataluña ocultados por el nacionalismo es la despiadada represión contra los araneses durante la llamada ”Guerra dels Segadors” en el año 1643.  En aquel conflicto los araneses apoyaron mayoritariamente a la Corona hispánica contra la Generalitat profrancesa. Y pagaron caro su lealtad a España.  En abril de 1643 un ejército de la Generalitat mandado por el Gobernador de Cataluña al servicio de Francia, Josep Margarit arrasó varias localidades aranesas e incendió totalmente Viella (Vielha), tras saquearla por completo. Murieron cientos de milicianos araneses en el ataque y los principales dirigentes prohispánicos del Valle fueron ejecutados por los soldados de la Generalitat. Otros fueron llevados encadenados a Barcelona. La cúpula catalana profrancesa no ocultó los objetivos que buscaba: castigar a los “traidores” araneses por su supuesta “deslealtad  y rebelión contra Cataluña”. 

“Tret de la placa de armes de la vila de Viella la he cremada sense deixar cosa en peu  y dos altres llocs y tres de altres”. “Tots desitjá veure castigada esta traició y lo pillatje de estas vilas val més de 30.000 escuts que els soldats restan contents”. “Ab aquesta acció confio me vindran tots los demes llochs a donar la obediencia. No estaré content que no veje castigada esta rebelió y reintegrat a mo Rey y Senyor (el rey de Francia) desta maldat. 12 de abril de 1643”

De esta forma sin ocultar lo más mínimo sus acciones y presumiendo de ellas expresaba Josep Margarit en su catalan arcaico  en una carta a su herman , el obispo de Lérida  las atrocidades que había cometido contra los araneses. Incluso la Generalitat no dudó en publicar una “relación” de varias hojas sobre la incursión en Aran en cuya portada había un tétrico dibujo que representaba a Viella ardiendo.

  Eso sí, los araneses supervivientes tomaron buena nota y cientos de ellos huyeron a Aragón a alistarse en los ejércitos españoles para tomar venganza contra la Cataluña profrancesa. La ocasión llegó en 1649 cuando el Ejército hispánico reconquistó el Valle expulsando a franceses y catalanes. Todavía habría una nueva invasión francesa en 1650 pero los soldados españoles la rechazaron con ayuda de los milicianos araneses (véase articulo “Batalla por el Valle. Los araneses luchan por España contra la desleal Generalitat”).

Las atrocidades catalanas contra el Valle quedaron en la memoria colectiva de los araneses y décadas más tarde, cuando estalló la Guerra de Sucesión también se pondrían de parte de Felipe V y contra las instituciones catalanas sublevadas contra el rey. Por ello Felipe V respetó los fueros y libertades aranesas mientras suprimió los fueros y privilegios catalanes por el Decreto de Nueva Planta (1716). Desde luego, estos hechos no figuran en el relato “oficial” que de la historia de Cataluña ofrece el nacionalismo, donde Cataluña solo puede ser víctima y es siempre un ejemplo de virtud y bondad frente a una España supuestamente muy malvada.

RAFAEL MARÍA MOLINA. HISTORIADOR.

Fuente: La Guerra dels Segadors a través de la premsa de l´época. Vol 2. Henry Eftinghausen. Editorial Curial. 1993.

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