El ejército francés prepara una gran operación militar para reconquistar las centenares de “no-go zones” islamistas. La operación, planificada en colaboración con el ejército de Israel es conocida  como “Proyecto Ronces” (Zarzas) e incluye planes de contingencia para “reconquistar el territorio nacional” y recuperar áreas enteras en decenas de ciudades, empezando por París, donde el Estado y su ley se han difuminado frente a la masiva presencia musulmana y la población de origen francés ha huido o vive atemorizada. Los planificadores militares preveen que la población inmigrante musulmana, en su mayoría “abiertamente hostil al Estado” planteará una fuerte resistencia armada.

En una reciente entrevista en la televisión francesa el periodista y estudioso francés del Islam Eric Zenmour declaró (antes de ser interrumpido y casi acallado por el presentador): “En Francia hay en estos momentos centenares de Saint Denis y de Molenbeecks. De momento el Ejército está confinado al ridículo papel de mera vigilancia estática, protección de edificios religiosos, etc pero el Estado Mayor del Ejército sabe que se aproxima el día de tener que reconquistar las tierras de nuestro propio suelo convertidas en extranjeras. El plan ya es un proyecto. Se denomina “Ronces” y ha sido puesto a punto en colaboración con especialistas del ejército de Israel. Estamos en situación de guerra civil”.

Zonas como las “Tower Hamlet talibanas” del Este de Londres, las “banlieus” y suburbios franceses, el llamado “Mini Califato” de Bélgica o el “triangulo de la Sharia” en La Haya.

Según explicaban recientemente especialistas franceses en seguridad al diario británico “The Telegraph” “Las perspectivas de radicalización de jóvenes inmigrantes musulmanes de cuarta generación son muy probables. Según dichas fuentes “redes altamente organizadas de militantes islamistas han estado adquiriendo de contrabando armas  como rifles automáticos Kalashnikov y misiles anti tanque que ya han logrado introducir en Francia. Estas armas procederían de Libia después de que el Gobierno francés armara a grupos rebeldes yihadistas durante el derrocamiento del coronel Gadafi.

Estas mismas fuentes señalaban que algunos misiles podrían ser utilizados para derribar aviones comerciales y manifestaban su preocupación porque los pilotos de líneas aéreas no estén recibimiento adiestramiento en maniobras evasivas ante posibles ataques con misiles. Asimismo  fuentes de la inteligencia francesa han revelado que las fuerzas de seguridad francesas se están preparando para afrontar, en colaboración con el Ejército, masivos disturbios civiles protagonizados por inmigrantes radicalizados que podrían apoderarse de barrios enteros”

Según explica el profesor y politólogo italiano Giulio Meotti: ”Si los líderes europeos no actúan ya para destruir el enemigo que tenemos dentro, Europa podría tener que afrontar en un futuro próximo la conversión de sus grandes ciudades en “Mosules” (en referencia a la ciudad irakí). Después del 11S Estados Unidos decidió combatir al yihadismo en Afganistán para no tener que luchar contra él en Manhattan. Europa escogió el camino contrario, combatirlo en nuestras propias ciudades. Es como si Europa hubiera aceptado convertir sus ciudades en Mosul”

Especialistas en seguridad de diversos paises europeos han advertido de que en 2018 se calcula en casi 70.000 el número de extemistas islámicos jóvenes  que viven en Europa habitualmente. Y han construído ya poderosas redes de terror en las grandes ciudades europeas. Zonas autosegregadas, multiculturales donde rige el fundamentalismo islámico y la “sharia”. Zonas como las “Tower Hamlet talibanas” del Este de Londres, las “banlieus” y suburbios franceses, el llamado “Mini Califato” de Bélgica o el “triangulo de la Sharia” en La Haya. También los barrios de diversas ciudades alemanas empiezan a adquirir color islamista. (Y podríamos añadir el barrio del Raval, en Barcelona). Estos yihadistas potenciales pueden adquirir fácilmente armas en el este de Europa dada la política de fronteras abiertas y no les falta financiación de paises como Qatar o Arabia Saudí y en cualquier caso sus propias mezquitas les permiten autofinanciarse en numerosas ocasiones.

Especialistas en seguridad de diversos paises europeos han advertido de que en 2018 se calcula en casi 70.000 el número de extemistas islámicos jóvenes  que viven en Europa habitualmente.

Otro país europeo al que la inmigración musulmana descontrolada está llevando a una situación límite es Suecia. En Suecia se ha pasado de un índice de violaciones muy bajo a liderar las estadísticas mundiales por encima de los países africanos. Las mujeres han renunciado al uso de faldas o prendas ”demasiado femeninas”. Las estadísticas sobre delitos sexuales ya no se publican desde que se cuentan por miles. Pero en 2017 se produjeron también 107 asesinatos por armas de fuego y en los últimos meses se han producido 300 tiroteos callejeros. Los autores de la mayoría de todos estos delitos son musulmanes, según la Policía. La situación ha llegado a tal punto que hasta el primer ministro Stefan Lovfen que dirige un gobierno de extrema izquierda (el único de Europa junto con España y Portugal) de socialistas con ecologistas ha advertido que está dispuesto a recurrir al Ejército para “eliminar al crimen organizado” y  dado que en Suecia el ejército es muy pequeño y apenas tiene 10.000 hombres ha prometido una gran inversión para reforzar las fuerzas policiales así como reformas legislativas y judiciales.

Recientemente Anders Thornberg director del “Sapo” (Servicio de Seguridad sueco) ha declarado: “Hemos pasado en pocos años de tener que controlar a 200 yihadistas a más de 3000. Nunca había visto algo así en mi carrera. (Suecia tiene solo 10 millones de habitantes). Pero supongo que es parte de la nueva “normalidad “ a la que tenemos que enfrentarnos”. También recientemente Jimmie Akeson líder del partido Demócratas de Suecia declaró en el Parlamento: “Las personas son asesinadas a tiros en las pizzerías o con granadas de mano, las violaciones se cuentan por miles. Esta es la nueva Suecia, el nuevo y emocionante paraíso multicultural que muchos de los que están en este Parlamento han contribuido a construir”.

Texto elaborado en base al artículo “Los ejércitos europeos se preparan para liberar las “No-go zones”  de la revista de análisis metapolítico “Naves en llamas”.

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