Publican entrevista a Javier Barraycoa en Elcatalan.es: “Hemos visibilizado entre todos que hay otra Cataluña”
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Toda una vida esperando Justicia
Durante casi 30 años han habido cientos o miles de catalanes que han estado luchando por algo que era evidente que estaba sucediendo y que una mayoría (silenciosa) prefería ocultar por cobardía o por no significarse ante esa evidencia del poder insurgente que actuaba impune e inmune y con el consentimiento del poder central.
Cada uno de estos catalanes ha realizado su lucha en la más absoluta soledad, arriesgando y muriendo su vida (profesional) por una causa que ahora quieren abanderar en loores de multitudes esos que habiendo sufrido en sus carnes algunos aldabonazos, prefirieron hibernar en espera a que descampe la interminable tormenta causante de cientos de muertos a causa de sus rayos.
Estos cientos de muertos o en situación de agonía no fueron unos irresponsables que arriesgaron su vida estúpidamente. Fueron quienes se resistieron con todo los elementos en su contra, a que una causa justa estuviese viva, porque creyeron en ella siempre hasta el punto de dar, en muchos casos, su vida profesional y social, por ella.
Desde hace poco más de 10 años, a raíz de un Manifiesto de una serie de intelectuales, miles de catalanes dormidos o muy parapetados hasta el momento, han despertado, y parece que se visiona el final del túnel, el final de la tormenta.
Este movimiento constitucionalista que ha surgido desde entonces ha sabido aglutinar voluntades y despertar a esa acomodada sociedad que ha logrado su bienestar medio o medio alto, a base de la cobarde actitud de tragar saliva para no opinar y no significarse ante el despotismo naZZZionalista.
Pero este movimiento constitucionalista no lleva intención de regenerar la putrefacta política española, más bien aspira como vil “trepa” o vil “medallista” a situarse en una buena ubicación para dar el asalto a la “moqueta” del poder.
Su populismo es ir de salvapatrias con la excusa del tema catalán, pero sus pies de barro están pisando arenas movedizas, sus cimientos están situados encima de esos cadáveres o mártires agonizantes, que dieron su vida por la causa y a los que no conviene airear porque realmente son la voz de la conciencia de estos nuevos abanderados que saben de su pasado poco ejemplarizante.
Estos cientos de catalanes muertos o agonizantes llevan toda una vida esperando JUSTICIA, y jamás consentirán que unos arribistas les pisoteen con su ninguneo.
¿Esta es la regeneración a la que aspiran? ¿No saben que sin Justicia no puede haber democracia?
Firma: Asociación de Víctimas del naZZZionalismo Catalán
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¡SEGUIMOS TENIENDO LO QUE MERECEMOS!
Cada causa tiene sus héroes y mártires. El proceso, primero nacionalista y posteriormente independentista, ha ocasionado en Cataluña miles de víctimas; víctimas que son auténticos héroes y mártires, que han sacrificado, a sabiendas de sus graves y crueles consecuencias, su vida profesional, por una causa que han considerado que era la justa y que beneficiaba al bien común de toda la sociedad catalana y española. Víctimas que han sacrificado su vida laboral por España y los españoles.
Destacan entre estas víctimas, entre estos héroes y mártires, principalmente centenares o miles de maestros, periodistas, editores de medios de comunicación… que tuvieron que optar en su momento entre tomar la decisión de rendirse al nacionalismo para poder mantener su puesto de trabajo, apostatando de España y de los valores y principios en los que creían, o enfrentarse a sabiendas en una batalla perdida a este poder despótico nacionalista que domina la política catalana desde hace más de 35 años. Su pecado era ser un profesional honesto en un sector clave para el adoctrinamiento en los principios del nacionalismo o la expansión entre la sociedad catalana del proceso soberanista.
Todos los que se negaron a apostatar de sus creencias son estas víctimas, estos héroes y mártires, que pronto se dieron cuenta de la crudeza de su elección, ya que comportaba o exiliarse de Cataluña en busca de nuevas oportunidades, o abandonar su profesión y pasar a un limbo social de desprecio y ninguneo por parte de todos los que cobardemente no se atrevían a defender lo que deberían defender: gobiernos centrales y partidos constitucionalistas, más preocupados en alcanzar pactos de poder con los “golpistas” que querían destruir el país, y una sociedad cobarde y silenciosa que intentaba posicionarse en una deshonrosa equidistancia entre las víctimas y sus verdugos.
Estas víctimas son anónimas, viven escondidas para ocultar la vergüenza de su fracaso social, carentes de reconocimiento y justicia; en la que la mejor respuesta que reciben ante cualquier queja pública es el doloroso silencio de todos.
¿Qué contestación merece un catalán no nacionalista cuando se queja del adoctrinamiento de su hijo en el colegio? ¿Qué contestación merece un gobierno central o un partido constitucionalista cuando se queja de la ausencia de objetividad en las noticias de la prensa escrita? La única respuesta lógica es que “tienes lo que te mereces”. ¿Has defendido a los maestros o periodistas o editores de periódicos cuando estos te pedían ayuda para no desaparecer? ¿Te has preocupado de qué ha sido de ellos?
Durante los últimos años parece ser que la sociedad catalana va despertando de su letargo, ¡PERO! ¿Nos hemos preguntado en algún momento dónde están esos mártires y héroes? ¿Aún viven?
¿Por qué trabajar para la causa nacionalista siempre tiene premio y trabajar por la causa de la Unidad de España siempre está castigado?
¡SEGUIMOS TENIENDO LO QUE MERECEMOS!
Asociación de Víctimas del naZZZionalismo Catalán
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Sí, porque la estrategia de Pujol y sus ingenieros sociales era hacernos creer que todos éramos independentistas.
La realidad ha probado ser otra cosa muy diferente.
Incluso para los nacionalistas, que no todos son independentistas ni mucho menos.
Gracias a hombres cono Barraycoa, Somatemos, Dolca Catalunya…
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